Investigadores diseñaron bacterias capaces de detectar diabetes y cáncer en la orina. En dos estudios independientes, que se publican hoy en la revista Science Translational Medicine, se describen los primeros intentos exitosos de diagnóstico a través de bacterias sintéticas.
Un grupo del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia liderado por Alexis Courbet realizó una reconexión del circuito genético de una bacteria para transformarla en un test de diagnósitico para la diabetes.
El rediseño de la bacteria Escherichia coli pudo detectar de forma precisa y fiables niveles anormales de glucosa en orina y luego generar un cambio visible de color. En definitiva, realizan la misma función que las tiras reactivas que se utilizan en la actualidad. La idea es poder adaptar estos sensores bacterianos a cada paciente.
Por su parte, el grupo de Tal Danino, de la Universidad California San Diego (EE.UU.), programó bacterias que pueden indicar la presencia de metástasis hepática en la orina. La metástasis hepática, un tipo de cáncer que se extiende al hígado desde otro órgano del cuerpo, es tratable, pero a menudo se detecta demasiado tarde.
Danino aprovechó la afinidad natural entre las bacterias y los tumores, y crearon un sensor bacteriano con E. coli, la cual produce una enzima al encontrar un tumor. El producto metabólico de esta enzima es una molécula luminosa, fácilmente observable.
Aún son necesarias más pruebas de seguridad para que esta tecnología avance a nivel clínico en pruebas con seres humanos.
Sin embargo, los biosensores bacterianos, por su sencillez y por ser una técnica no invasiva, podrían adaptarse para ser utilizados en casa o en consultas clínicas remotas.