Un grupo internacional de investigadores encabezado por el científico iraní, Omid Gudarzi, ha identificado una nueva mutación genética que protege a las personas de desarrollar diabetes tipo 2.
Tenemos una maravillosa oportunidad de personalizar el tratamiento y prevención de esta enfermedad crónica (…) La identificación de genes que influyen en el riesgo de la diabetes va a abrir nuevas fronteras en el desarrollo de medicamentos de la diabetes.
“Tenemos una maravillosa oportunidad de personalizar el tratamiento y prevención de esta enfermedad crónica”, dijo el doctor Gudarzi, director de la División de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo en el Hospital de Cedars-Sinai, en Los Ángeles (EE.UU.).
“La identificación de genes que influyen en el riesgo de la diabetes va a abrir nuevas fronteras en el desarrollo de medicamentos de la diabetes”, agregó el científico persa.
En el estudio liderado por Gudarzi, analizaron los genes de 81.000 personas estadounidenses que no tienen diabetes tipo 2 y luego se comparó su información genética con la de 16.000 diabéticos. De este modo descubrieron que una mutación genética en un gen en particular -GLP1R- apareció para disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 14 %.
La mutación que descubrimos puede impedir que ciertas personas desarrollen diabetes, pero no parece afectar el índice de masa corporal ni el riesgo de convertirse en obesos
Ellos también intentaron determinar si las tasas de mutación genética también estaban presentes en los afectados de obesidad, considerado un factor de riesgo para desarrollar diabetes.
“La mutación que descubrimos puede impedir que ciertas personas desarrollen diabetes, pero no parece afectar el índice de masa corporal ni el riesgo de convertirse en obesos”, recalcó Gudarzi.
Este hallazgo podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos para el tratamiento de millones de diabéticos tipo 2 en el mundo que dependen de la insulina y medicamentos orales para controlar la enfermedad que amenaza la vida y para la que no existe cura.
La diabetes de tipo 2 afecta a la producción de insulina, la hormona vital regulador de glucosa, y su capacidad de controlar el metabolismo. La incapacidad del cuerpo para controlar el azúcar en la sangre puede causar ataques al corazón y otros problemas de salud graves, como la enfermedad renal, ceguera e infecciones que pueden resultar en la amputación de extremidades.