La deficiencia de vitamina D se asocia con un riesgo significativamente mayor de demencia y enfermedad de alzheimer, y un aumento de riesgo a desarrollar determinadas enfermedades como, por ejemplo, cáncer, hipertensión, esclerosis múltiple o enfermedades cardiovasculares. Además, se ha comprobado que las personas que tienen niveles bajos de vitamina D son más propensas a tener diabetes, aunque hasta ahora se relacionaba sobre todo con el sobrepeso o la obesidad. Sin embargo, un nuevo estudio ayuda a aclarar la relación entre la vitamina D, la obesidad y la diabetes.
Según revela un nuevo estudio realizado por investigadores españoles y publicado en 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism', aclara que en la ecuación diabetes y vitamina D, no siempre se encuentra el peso.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y mantener la salud ósea y muscular. La piel produce esta vitamina después de la exposición a la luz solar y las personas también absorben cantidades más pequeñas de la vitamina a través de los alimentos, como la leche fortificada con vitamina D. Se estima que más de mil millones de personas en todo el mundo presentan niveles deficientes de vitamina D debido a una limitada exposición solar.
"La principal fortaleza de este trabajo es que compara los niveles de vitamina D en personas con una amplia gama de pesos (desde delgados a sujetos con obesidad mórbida), teniendo en cuenta la presencia de diabetes", afirma uno de los autores del estudio, la doctora Mercedes Clemente-Postigo, del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) en el Complejo Hospitalario de Virgen de la Victoria de Málaga y la Universidad de Málaga.
VITAMINA D, LA OBESIDAD Y LA DIABETES
No obstante, la Declaración Científica de la Sociedad Endocrina sobre los Efectos no Esqueléticos de la Vitamina D, recuerda que los estudios han encontrado que las personas que tienen bajos niveles de vitamina D son más propensas a ser obesas. También tienden en mayor nivel a padecer diabetes tipo 2, prediabetes y síndrome metabólico que los individuos con niveles normales de vitamina D.
El estudio de corte transversal comparó biomarcadores de la vitamina D en 118 participantes en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, así como 30 participantes del Hospital Universitari Doctor Josep Trueta de Girona. Todos los participantes fueron clasificados por su índice de masa corporal (IMC), así como la presencia de diabetes, prediabetes o sin trastornos glucémicos. Los investigadores midieron los niveles de vitamina D en el torrente sanguíneo de los participantes y la expresión del receptor de la vitamina D en el tejido adiposo.
El análisis encontró que los sujetos obesos que no tenían trastornos del metabolismo de glucosa poseían niveles más altos de vitamina D que los sujetos diabéticos. Del mismo modo, las personas delgadas con diabetes u otro trastorno del metabolismo de la glucosa fueron más propensas a presentar niveles bajos de vitamina D. Los niveles de vitamina D se correlacionaron directamente con los niveles de glucosa, pero no con el IMC.
"Nuestros hallazgos indican que la vitamina D se asocia más estrechamente con el metabolismo de la glucosa que con la obesidad", resume uno de los autores del estudio, Manuel Macías González, del Complejo Hospitalario Virgen de la Victoria de Málaga y la Universidad de Málaga. "El estudio sugiere que la deficiencia de vitamina D y la obesidad interactúan sinérgicamente para aumentar el riesgo de diabetes y otros trastornos metabólicos. Las personas pueden reducir su riesgo mediante una dieta saludable y con suficiente actividad al aire libre", aconseja.