Apple sigue apostando por la salud. El nuevo paso del imperio fundado por Steve Jobs se dirige esta vez a los pacientes diabéticos: el Apple Watch dispondrá de una aplicación para monitorizar los niveles de azúcar en sangre usando esta en combinación con el monitor DexCom.
Los sistemas más convencionales requieren de un pinchazo en la piel del paciente para recoger una gota de sangre que pueda ser analizada, mientras que el dispositivo de DexCom funciona mediante un pequeño sensor incrustado bajo la piel que envía los datos recogidos al receptor para después pasarlos al reloj. De este modo, el monitor de glucosa rastrea los niveles de azúcar en sangre de una persona continuamente para que la app elabore un sencillo gráfico visible desde nuestra muñeca.
El reloj, cuyo lanzamiento se prevé en abril, llegará acompañado de esta aplicación que también estaría disponible para iPhone. Un lanzamiento posible, según informe el Wall Street Journal, gracias a la ayuda y aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
El sistema HealthKit es uno de los puntos fuertes del nuevo producto de Apple, tanto que varios hospitales de Estados Unidos han puesto en marcha programas piloto destinados a aprovechar el sensor del dispositivo para poder supervisar desde la distancia a pacientes crónicos. El médico podría observar así los balances de esta app y vigilar el estado de salud de cada persona.
Otros países no celebran tanto la llegada del reloj. Las universidades de Reino Unido ya han prohibido su uso en las aulas y el Gobierno británico estudia desarrollar una ley que castigue su uso durante la conducción de un vehículo.