Los tatuajes se han convertido en una versátil forma de acceder a distintas prestaciones médicas -e incluso eléctricas- en el cuerpo humano. Entre las últimas ideas está la aplicación de esta técnica para comprobar los niveles de concentración de glucosa en sangre.
Estos tatuajes evitarán los métodos tradicionales para realizar estos análisis, y se sitúan como una alternativa más a métodos como el ideado por Google, que había desarrollado unas lentes de contacto precisamente con el mismo objetivo. Los tatuajes temporales son un método aún menos invasivo, y podrían suponer una pequeña revolución en este campo.
Los investigadores de la Universidad de California en San Diego responsables de este dispositivo han creado un sensor flexible que utiliza una corriente eléctrica reducida para medir la glucemia múltiples veces al día, algo vital para el tratamiento de la diabetes.
Mucha gente trata de evitar esos análisis porque son incómodos y dolorosos, pero mecanismos de este tipo harían posible realizar esas mediciones constantes de forma cómoda e indolora, y estos tatuajes duran todo un día según sus responsables. Son muy baratos -apenas unos céntimos de euro- y por lo tanto pueden ser sustituidos sin que ello cause impacto económico en los pacientes.
Las pruebas en siete pacientes sanos han revelado mediciones precisas de glucemia, pero los investigadores ya están trabajando en mejoras que permitan por ejemplo no tener que quitar los tatuajes y analizarlos para recolectar los datos: según Amay Bandodkar, uno de los responsables del estudio, el próximo paso es dotarles de conectividad Bluetooth para enviar esa información a los médicos que están monitorizando el tratamiento de estos pacientes.