El primer ensayo clínico del mundo que ha comprado tres tratamientos alternativos para la diabetes tipo 1 confirma que el páncreas artificial externo mejora el control de la glucosa y reduce el riesgo de hipoglucemia. Los resultados, que se publican en «The Lancet Diabetes & Endocrinology», podrían tener un impacto significativo en el tratamiento de la diabetes tipo 1.
El páncreas artificial es un sistema automatizado que simula el funcionamiento del páncreas normal mediante la administración continua de insulina basada en los cambios en los niveles de glucosa. Existen dos configuraciones: el páncreas artificial de ‘hormona única’, que libera solo insulina y el páncreas artificial de ‘doble hormona’, que administra tanto insulina y el glucagón.
Mientras que la insulina disminuye los niveles de glucosa en la sangre, el glucagón tiene el efecto opuesto y eleva los niveles de glucosa.
Prevenir hipoglucemia
«Nuestro estudio clínico ha sido el primero en comparar estas dos configuraciones de los páncreas artificiales con el tratamiento de la diabetes convencional mediante una bomba de insulina», explica Rémi Rabasa-Lhoret, del IRCM y la Universidad de Montreal (Canadá). El objetivo, añade, «era determinar la utilidad de glucagón en el páncreas artificial, sobre todo para prevenir la hipoglucemia, que sigue siendo el principal obstáculo para alcanzar los objetivos glucémicos».
Las personas que viven con diabetes tipo 1 deben administrar cuidadosamente sus niveles de glucosa en sangre para asegurar que se mantengan dentro de un rango; de esta forma, se evitan complicaciones graves a largo plazo en relación con los niveles elevados de glucosa o hiperglucemia, como la ceguera o insuficiencia renal, y también para reducir el riesgo de hipoglucemia que puede conducir a la confusión, desorientación y, si es grave, pérdida de conciencia, coma y convulsiones.
Ahora este estudio confirma que los dos sistemas de páncreas artificial mejoran el control de la glucosa y reducen el riesgo de hipoglucemia en comparación con el tratamiento con la bomba convencional. Y según el ingeniero Ahmad Haidar, primer autor del estudio, el trabajo muestra asimilo que «páncreas de ‘doble hormona’ proporciona una reducción adicional en la hipoglucemia en comparación con el sistema de ‘hormona única’».
Riesgo nocturno
Los datos son muy relevantes debido a que los bajos niveles de glucosa en sangre siguen siendo muy frecuentes durante la noche, lo que aumenta el riesgo de hipoglucemia nocturna, lo que es además una fuente de estrés y la ansiedad, especialmente para los padres con niños diabéticos. Según Laurent Legault, endocrinólogo pediátrico en el Hospital Infantil de Montreal, «el páncreas artificial tiene el potencial de mejorar sustancialmente el manejo de la diabetes y la calidad de vida de los pacientes y sus familias».
Los investigadores canadienses están llevando a cabo ensayos clínicos para probar el sistema durante períodos más largos y con más pacientes. La tecnología, señalan, podría estar disponible en el mercado en los próximos cinco a siete años.
Más 285 millones de personas en todo el mundo se ven afectados por la diabetes, y aproximadamente el 10% tiene diabetes tipo 1. Con un aumento de 7 millones de personas desarrollar diabetes cada año, se espera que este número alcance los 438 millones en 2030, lo que lo convierte en una epidemia mundial.