Tener cualquier enfermedad demanda altos estados de alerta, conciencia y autoestima. Alerta ante síntomas que pueden necesitar de asistencia médica o de más cuidados personales; conciencia para tomar decisiones y conductas saludables y autoestima para valorar nuestras acciones y saber que tendrán los mejores resultados. Esto también se aplica a la diabetes, una condición que demanda un estilo de vida saludable para evitar complicaciones. Ahora, ¿podrás tomar las riendas de tu diabetes si te sientes deprimido? A través de la revista Diabetes Care tenemos las respuestas.
Un total de 1.064 personas con diabetes tipo 2 fueron estudiadas en Quebec entre los años 2008 y 2013 a través de entrevistas telefónicas, con el objetivo de identificar episodios depresivos a través de cuestionarios. ¿El resultado? Casi la mitad de los participantes sufrieron ligeros episodios depresivos, aumentando el riesgo de pobre autocuidado y calidad de vida. La identificación, el monitoreo y tratamiento de la depresión es clave en el cuidado del paciente diabético tipo 2.
La depresión es común en la diabetes tipo 2, afecta a un 10-30% de las personas con este diagnóstico. La tasa de prevalencia de la depresión es casi dos veces mayor en personas con diabetes tipo 2 en comparación con los que no la tienen.
Existe evidencia que explica que los síntomas depresivos están vinculados a un mal manejo de la diabetes: la proporción de discapacidad grave entre las personas con diabetes y depresión fue mucho mayor que en las personas con diabetes, sin depresión. ¿Por qué? Al estar deprimidos, tienen más dificultades con el autocontrol de la diabetes como: seguir una dieta saludable, no fumar, hacer ejercicio, tomar las medicinas prescritas por el médico y el monitoreo de la glucosa en sangre.
Nuevamente se hace indispensable continuar con la divulgación de los síntomas de depresión:
Todos los días, por dos semanas o más, puedes observar o vivir algunas de estas señales de depresión:
- Falta de interés o placer en las cosas que solías disfrutar
- Estado de ánimo bajo, que dura más de lo normal para ti
- Sentirse ansioso, inútil o culpable
- Sensación de vacío emocional, tal vez incluso hasta el punto de no ser capaz de llorar
- Percibirse lento, cansado todo el tiempo, o por el contrario, inquieto y ser incapaz de tranquilizarse
- Cambios en el apetito, lo que lleva a la ganancia o pérdida de peso
- Problemas para dormir, sobre todo por la mañana temprano, o deseo dormir todo el tiempo
- Dificultad para pensar, recordar, concentrándose en lo que estás haciendo, o tomar decisiones cotidianas
- Pensar en la muerte o en el suicidio
- “Un momento para reflexionar”
A pesar que la depresión disminuye tu energía y motivación para mantener comportamientos saludables y protectores de deterioro de la calidad de vida, es poco diagnosticada en los pacientes con diabetes.
Si estás deprimido te descubrirás en un círculo vicioso: depresión; ausencia del cuidado de la diabetes; aumentos de los síntomas; complicaciones de salud. La única forma de salir es identificando que estás deprimido, asistiendo al especialista y a grupos de apoyo que te permitirán volver a tomar el control de tu salud.