El jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital de Toledo, José López, destaca el uso de las bombas de insulina y los sensores subcutáneos de glucosa como importantes avances
Toledo celebró este viernes el Día Mundial de la Diabetes iluminando de color azul las fachadas de la Catedral y el Ayuntamiento, pero las actividades organizadas por la Asociación de Diabéticos de la ciudad (Adito) continuaron ayer desde primera hora de la mañana.
Pasadas las nueve y media, unas 300 personas se concentraban en las inmediaciones del Palacio de Congresos El Greco para participar en la marcha solidaria que recorrió la Vuelta al Valle. 300 toledanos y toledanas se sumaron a la iniciativa para la que también se puso la ropa de deporte la concejal de Familia y Accesibilidad, Maite Puig, que completó los seis kilómetros del recorrido con los asistentes.
La marcha sirvió para inculcar hábitos de vida saludable, para prevenir o sobrellevar mejor la patología, pero también para recaudar fondos y apoyar proyectos solidarios impulsados por la Sociedad Española de Diabetes. Así lo explicó el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, José López, quien dijo que la recaudación había rondado los mil euros que se destinarán al proyecto ‘Insulina es vida’, una campaña internacional basada en distribuir insulina por los países del tercer mundo.
Posteriormente, se celebraron talleres para los más pequeños en el Palacio de Congresos -una gymkana, juegos educativos y una carrera del pañuelo en la explanada del Miradero- así como varias charlas sobre la alimentación, el deporte y la ayuda que pueden proporcionar las nuevas tecnologías.
El doctor López destacó el uso de las bombas infusoras de insulina y los sensores subcutáneos de glucosa como importantes avances. Explicó que, conectada al sensor de glucosa, la bomba de insulina contribuye de forma activa a mantener estables los niveles de glucosa las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que permite a los enfermos «cuidar de la diabetes a la vez que mantienen su ritmo de vida».
Además, detalló que los sensores implantados debajo de la piel permiten a los enfermos tener información constante de sus niveles de glucosa. «El monitoreo es continuo y muy importante, sobre todo para los diabéticos del tipo 1», comentó el facultativo.
Emotividad. Los actos concluyeron con una charla sobre el control de la enfermedad y con el reconocimiento emotivo a doce personas que padecen diabetes desde hace 50 años. La coordinadora provincial de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María José Rivas, también quiso apoyar a la asociación.