El Alcohol juega un importante papel en muchos de nuestros rituales y celebraciones, por ejemplo en las bodas el alcohol circula por los comedores continuamente y abundantemente durante horas y horas.
El beber demasiado alcohol no es sano para ninguna persona y puede provocarle una hipoglucemia grave. La hipoglucemia que puede provocar el alcohol se deben a que este interfiere con la liberación de glucosa por el hígado.
Normalmente el hígado suelta glucosa a la sangre cuando esta desciende, pero cuando el hígado se encuentra ocupado metabolizando el alcohol ingerido entonces no hace la función anterior, ya que como media le lleva al hígado 2 horas metabolizar una copa de alcohol.
Se deberán extremar las precauciones y mirar el azúcar con su medidor más frecuentemente durante las 2 horas que siguen a la toma que cada uno de los tragos, por otro lado lo efectos sobre el cerebro del alcohol, pueden confundir a la persona con diabetes y pasarle desapercibidos algunos de los síntomas de hipoglucemia que previamente notaba.
Deberá de seguir con medidas de prevención de las hipoglucemia especiales durante las 36 horas que siguen a la toma de alcohol, pues el riesgo de padecerlas está aumentado hasta entonces. Esto sucede porque mientras su hígado estuvo ocupado quemando el alcohol, no sólo no liberaba glucosa a la sangre sino que también dejo de almacenar glucosa en los depósitos de glucógeno hepáticos. Una consecuencia de todo esto es que después de beber alcohol las reservas hepáticas de glucosa se encuentran disminuidas y cuando sucede esto entonces el glucagón no sirve como tratamiento para la hipoglucemia grave que tendrá que ser combatida.
Sepa que algunas bebidas alcohólicas pueden subir la glucemia si contienen carbohidratos como por ejemplo el vino dulce, cubalibres que llevan tónica o coca-colas etc.
Si tiene diabetes, se debe de comentar con su médico la intención de beber alcohol, para que ajuste o evite medicaciones cuya acción puede verse interferida por el alcohol o para que nos diga si tenemos alguna contraindicación porque hay algunas complicaciones como la retinopatía, la hipertensión, la neuropatía y la hipertrigliceridemia que pueden ver agravadas por la ingesta de alcohol para la toma.
Si no tiene ninguna de estas o otras de las contraindicaciones para el uso del alcohol, y si además disfruta de ello una copa de alcohol al día puede ayudarle a mejorar su pronóstico cardiovascular como ha sido demostrado sobretodo con el vino tinto.
El consumo agudo de alcohol mejora la acción de la insulina sin afectar a la secreción de la célula beta. Este hallazgo de investigadores italianos, sugiere que el efecto puede ser debido en parte a el efecto inhibidor de la lipólisis que tiene el alcohol o a la separación de productos de la degradación de las grasas. En su estudio el alcohol aumentaba la sensibilidad a la insulina en ambos grupos. Además el alcohol reduce la liberación de ácidos grasos libres en un 17% en el grupo control pero en un 23% en los pacientes voluntarios con diabetes tipo 2.
Si decide solamente tomar alcohol en las “grandes ocasiones” tome precauciones, no lo tome nunca con estómago vacío o no lo tome si tiene una hipoglucemia y como precaución tome siempre algún hidrato de carbono conjuntamente para prevención.
Aquí puedes ver una tabla de equivalencias de Hidratos de Carbono (HC), por tipo de bebida alcoholica.