La diabetes es una de las enfermedades más comunes en los perros. Aunque generalmente se piensa que la diabetes afecta sólo a hombres y mujeres, también, es un enfermedad padecida por animales. Pero, ¿Cuáles son los síntomas más comunes? ¿La diabetes canina es curable? ¿Cómo saber si mi perro tiene diabetes?
La principal característica de la diabetes canina, también llamada diabetes mellitus (el tipo de diabetes más común) es la carencia de insulina.
Pero seamos más claros, en primer lugar, ¿Qué es la insulina, para qué sirve y por qué es importante para mí y los animales?
Los alimentos que consumimos y que consumen nuestras mascotas se descomponen dentro de nuestros cuerpos en componentes que pueden ser utilizados por nuestro organismo.
Cuando consuminos carbohidratos (platanos, maíz, cereales, galletas, pizzas, pastas, arroz) nuestro organizmo aprovecha las azucares de estos alimentos para producir glucosa.
Una vez que ésta es absorbida a través del intestino, la glucosa termina en la sangre y proporciona energía a las células del cuerpo para que pueda funcionar correctamente y así poder realizar nuestras actividades diarias.
Si la glucosa no puede entrar en las células, (por la falta de insulina) se acumula en la sangre. Hecho que hace que los perritos tengan niveles de azúcar en sangre demasiado altos, ocasionando la tan temida diabetes.
Aproximadamente el 70 % de los perros con diabetes son hembras y el riesgo de desarrollar esta enfermedad crece en los canes de entre siete y nueve años de edad.
¿Cuales son los perros más susceptibles a la diabetes?
Asimismo la diabetes canina puede presentarse cuando un perro es más pesado que el promedio. Al igual que en las personas, la obesidad en perros puede tener consecuencias muy graves para su salud, como por ejemplo: Un riesgo mayor de sufrir enfermedades cardíacas, reducción de la esperanza de vida y diabetes.
La diabetes canina puede afectar a cualquier raza de perro, pero los perritos dachshund (o perros salchicha), los caniche o poodles, los Schnauzer miniatura, los Cairn Terrier, y el Springer Spaniel Inglés están en mayor riesgo de poder contraer la enfermedad.
¿Cómo saber si mi perro tiene diabetes? Síntomas
Los perritos que tienen esta terrible enfermedad normalmente presentan los siguientes síntomas.
Tienen sed todo el tiempo. Un cuadrúpedo con diabetes bebe mas líquidos de lo normal. Esto se debe a la deshidratación que provocan los altos niveles de glucosa en su cuerpo.
Con frecuencia tienen más apetito. Los perritos con diabetes tienden a tener más hambre de lo normal. Siempre están buscando algo para comer.
Adelgazamiento y cansancio. A pesar de que tu animalito consume más alimentos, sufre de una marcada perdida de peso y duerme más lo común. El can está constantemente cansado ya que las células no absorben la suficiente energía de los alimentos haciendo que su cuerpo ocupe la energía que tiene de reserva (grasas).
Aparición repentina de cataratas en los ojos . Con frecuencia, las cataratas ya se han desarrollado en el momento en que la diabetes es diagnosticada. Muchos perros con diabetes pueden llegar a quedar ciegos, aunque la diabetes sea tratada con cuidado.
Si observas alguno de los síntomas antes mencionados en tu mascota no dudes en acudir inmediatamente con tu veterinario. Si los canes no son diagnosticados a tiempo y no reciben el tratamiento necesario pueden desarrollar complicaciones secundarias potencialmente mortales debido a las alteraciones metabólicas en su cuerpo.
¿La diabetes canina es curable?
La diabetes canina es tratable pero es importante detectarla a tiempo para que no tenga complicaciones. Es fundamental que tu mascota sea atendida por un veterinario que le realice pruebas de sangre y orina para diagnosticar a tu perro.
Los análisis de sangre y orina servirán para ver qué tan altos son los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo de tu perro para que tu veterinario le prescriba el tratamiento adecuado para tratar a tu mascota.
En 2013, la Universidad Autónoma de Barcelona publicó que una de sus investigadoras, la profesora Fàtima Bosch y su equipo, habían conseguido curar completamente la diabetes tipo 1 en perros mediante una única sesión de terapia génica.
Después de un solo tratamiento de terapia génica los perros recuperaban su estado de salud y dejaban de padecer los síntomas de la diabetes. El seguimiento se realizó durante más de cuatro años en algunos ejemplares, y en ningún caso han reaparecieron los síntomas de la enfermedad.
