La diabetes tipo 2 genera incertidumbre o miedo en hasta un 34% de los pacientes, ansiedad y enfado en un 30,5% de los casos, estrés en un 28,5% y depresión en el 18,5% de los afectados. Sin embargo, solo un 6% de los pacientes reconoce haber recibido apoyo por parte de un psicólogo para aceptar y convivir con la enfermedad. Así lo muestran los resultados de una encuesta llevada a cabo con 200 pacientes y familiares por la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), miembro de Somos Pacientes, el Consejo General de la Psicología en España y la Fundación AstraZeneca.
Como explica Lorenzo Garmendia, presidente de FEDE, “el debut de la diabetes genera mucha ansiedad porque hay que cambiar los hábitos de vida y hay que empezar a tomar medicación a diario. Además, a muchos pacientes les cuesta asimilar que padecen la enfermedad y al principio la suelen negar, no cumpliendo el tratamiento prescrito por su médico. Y si el paciente no está centrado psíquicamente es muy difícil que pueda llevar bien su enfermedad, dado que cualquier situación de inquietud afecta a los niveles de azúcar”.
Ayuda psicológica
Entre otros resultados, el estudio muestra cómo hasta un 25% de los pacientes que recibieron ayuda psicológica por parte de un profesional aseguran que les fue de ‘mucha utilidad’, apoyo que, según un 33,3% de los afectados, resultó de ‘bastante utilidad’.
En palabras de Julio Sánchez Fierro, patrono de la Fundación AstraZeneca, “hemos querido mostrar la necesidad de añadir nuevos aspectos y herramientas para hacer frente a una de las principales enfermedades del siglo XXI. Y es que, aunque hay diversas medidas para prevenir la enfermedad y fármacos para tratarla, actualmente no están cubiertas las necesidades psicológicas que tienen los diabéticos”.
Todo ello a pesar del “importantísimo papel –refiere Francisco Santolaya Ochando, presidente del Consejo General de la Psicología de España– que juegan los psicólogos” tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de la diabetes tipo 2, dado que “pueden ayudar a aumentar la adherencia al tratamiento”.
Deficiencia informativa
Por lo que respecta al entorno de los pacientes, esto es, familiares y amigos, el grado de afectación ante el diagnóstico de la diabetes tipo 2 no resulta excesivamente significativo. No en vano, solo un 16% de los casos consultados en el estudio afirmó sentirse ‘bastante o muy afectado’ ante la detección de la enfermedad.
Asimismo, y si bien la totalidad de los participantes –pacientes, allegados y público general– aseguró conocer la enfermedad, el 45,2% reconoció que la sociedad española está poco o nada informada sobre la misma, requiriéndose, según la opinión del 90% de los encuestados, una mayor información al respecto.
De hecho, como concluye Lorenzo Garmendia, “la diabetes es un problema de salud pública que requiere un abordaje integral y multidisciplinar. Y el Plan Estratégico de Diabetes 2011-2015 no está funcionando. Los casos siguen aumentado y, en consecuencia, creemos que las iniciativas estatales que se han puesto en marcha no son adecuadas y no están funcionando, entre otros motivos porque se siguen tratando a estos pacientes como si fueran enfermos agudos y no crónicos”.