El uso de robots ha comenzado a hacer que niños con diabetes acepten su enfermedad y tengan más confianza en su futuro, revela un estudio presentado a la Comunidad Europea.

Como parte de un proyecto llamado ALIZ-E, científicos siguieron el comportamiento de cientos de pequeños con diabetes que interactuaron con el robot en hospitales, campamentos y centros de atención especializada.

Tony Belpaeme, profesor de Sistemas Cognitivos y Robótica en la Universidad Plymouth y titular del proyecto, precisó que para el trabajo vistieron como médicos a una serie de robots Nao, de 60 centímetros de alto.

Durante los cuatro años y medio que duró el proyecto realizaron actividades con pequeños de entre 7 y 11 años de edad en varias naciones de Europa.

“Lo que revisamos es cómo los equipos enganchan a los niños y los motivos para realizar sus actividades”, precisó Belpaeme.

Tras el estudio encontraron que los niños con diabetes que interactuaron con los doctores robots mostraron más confianza sobre el futuro.

Los robots pedían a los niños llevar un diario donde anotaran la comida que consumían, las inyecciones de insulina que recibían y las mediciones de sus niveles de azúcar. Los robots ayudaban a los niños a través de rompecabezas y juegos a comprender más sobre la diabetes y a procesar la información que ellos mismos generaban.

Ahora los especialistas consideran que los robots podrían tener un efecto similar en pequeños con otras condiciones médicas, como autismo.