La Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía nos ha manifestado en las últimas horas su profunda preocupación ante la situación de indefensión y abandono a la que se enfrentan miles de pacientes con diabetes en Andalucía. La queja formal de la asociación se realizará en breve a través de una carta que se enviará a la consejería de Sanidad de la Junta para que tenga en cuenta la reivindicación del colectivo de pacientes.
Un total de 800.000 andaluces con diabetes que necesitan diariamente de los sistemas de medición de azúcar en sangre para tratar y controlar su enfermedad crónica, se sienten angustiados porque desconocen dónde y cómo podrán adquirir las tiras reactivas y los glucómetros en los próximos meses. El motivo de esa preocupación son las intenciones del Servicio Andaluz de Salud quien ha denunciado recientemente el convenio que tenía firmado hasta Junio de 2015 con las empresas suministradoras de ese material. Al parecer y según ha podido saber la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía los motivos de esa ruptura son puramente económicos, pero las consecuencias para las miles de personas con diabetes que viven en Andalucía pueden ser muy dañinas para su salud, en opinión de la Federación.
Hasta el momento y fruto del acuerdo entre el Servicio Andaluz de Salud, los Colegios Farmacéuticos y las empresas proveedoras la dispensación de tiras reactivas para la medición de la glucemia se ha realizado en las farmacias y con receta. Este convenio denunciado ahora por la administración si no se renueva plantea dos posibles escenarios perjudiciales para los derechos de las personas con diabetes. Uno de ellos es el concurso público para que la distribución de esas tiras se realice en los centros de salud. Un segundo escenario es un proceso de subasta donde sólo se tenga en cuenta el precio del producto.
En ambos casos la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía con su presidente Francisco Barroso a la cabeza considera que se vulneran los principios de accesibilidad a los productos que hoy se utilizan para controlar la diabetes, lo que sin duda puede provocar una alarma social entre el colectivo.
Si finalmente los productos de control se distribuyen en los centros de salud la Federación exige las mismas condiciones de acceso que las personas con diabetes han tenido hasta el momento. Es decir, posibilidad de acceder a ellos 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año.
El segundo escenario, el de la subasta provoca aún mayor preocupación entre el colectivo de enfermos. Los pacientes temen la presencia de proveedores asiáticos que presenten una oferta de precio muy competitiva pero cuya calidad y garantía del producto sea mínima.
En ese sentido otra de las preocupaciones de la Federación de Asociaciones de Diabéticos tiene que ver con la variedad de sistemas de medición de azúcar en sangre actual. Cada paciente con diabetes, según la Sociedad Española de Diabetes, requiere de un glucómetro determinado, de unas tiras de control apropiadas al medidor y de una formación específica para su uso. Actualmente existe una amplia diversidad de tiras y medidores para cubrir estas diferentes necesidades del colectivo de personas con diabetes. Lo que ignoran los pacientes es si esa disponibilidad seguirá siendo exactamente igual a la actual o hay intención por parte del SAS de reducir a futuro la prestación actual a las personas con diabetes. En cualquier caso los andaluces con diabetes no están dispuestos a renunciar a la diversidad de productos, ni a la innovación de los mismos. En las últimas horas al parece varias empresas farmacéuticas (3 de las 8 que tienen presencia en Andalucía) habrían aceptado las condiciones a la baja de la administración.
Ante la nueva situación y la falta de información se teme que el descontrol y la alarma social se extiendan entre los 800.000 pacientes con diabetes andaluces y sus familias. La Federación de Asociaciones de Diabéticos solicita una revisión de la situación y recuerda que los ahorros que inspiran esta medida se pueden convertir en gastos mayores a futuro para el sistema sanitario dadas las complicaciones médicas que se derivan de la ausencia de controles o de malos controles de la diabetes.