Quería contaros un poco cómo fue mi debut, y mi experiencia hasta ahora con la diabetes. Me diagnosticaron con 20 años, ahora tengo 25, así que tuve suerte, me libré durante toda la adolescencia! Recuerdo ver a mi tía ponerse la insulina cuando era pequeña, y siempre había sido una enfermedad con posibilidades para mí (en mi familia suele darse de tíos a sobrinos), aunque entre muchas otras, puesto que existen una cantidad considerable de enfermedades autoinmunes (alteraciones tiroideas, celiaquía e incluso mi madre tiene un síndrome raro llamado sjogren). Así que para mí no fue una sorpresa. Tan asumido tenía que algo iba a tocarme entre este historial genético que cuando comencé a perder peso, dormir mucho, estar cansada, ir 5 veces al baño por la noche y tener un apetito boraz creí que se trataba de hipertiroidismo. Se lo comenté a mi madre y su ojo clínico que nunca falla me advirtió de que podía ser diabetes. Esperé una semana para ir a hacerme unos análisis de sangre (incluso cogí la gripe entre tanto) y el 13 de noviembre (sí, viernes 13, jaja) PUM 500 gr/dl! Gracias a la comprensión por parte de mi madre de la enfermedad y gracias a su endocrino no hizo falta que me ingresaran, pero fue una semana intensiva de diaeta, trabajo y formación. Me enseñaron muy bien a manejar mi enfermedad y tenía el nuevo estilo de vida asumido. Lo malo vino después. Yo era una de esas estudiantes de 10, de las que sólo se preocupa por los estudios y convivir con la diabetes y exigirme a mí misma un rendimiento perfecto, además de convencer a todo el mundo de que me encontraba bien (ya sabéis la típica cara de pena cuando le dices a alguien que tienes diabetes) me terminaron produciendo un estado de ansiedad que explotó cuando terminé el curso. Intenté tomarme el verano de relax y coger energía para el curso siguiente pero no funcionó. Poco a poco la ansiedad terminó tornandose en depresión y he tenido que lidiar con ella hasta ahora. Lo curioso es que no me siento mal por culpa de mi diabetes, considero que soy capaz de hacer cualquier cosa y la tengo integrada en mi día a día al máximo, mi familia la entiende casi perfectamente y creen que soy completamente autosuficiente (tanto que a veces me dan hipos por la noche y ni se enteran, ellos duermen placidamente XD), pero fue el desencadenante de una serie de planteamientos que nunca me había propuesto. Pensar sobre la vida y la muerte cuando se tiene una experiencia como enfermo es normal, y darse cuenta de que nunca podrás con todo también.
Así que bueno, eso es parte de mi historia, espero no haberos aburrido. ¿Alguien con una experiencia similar?
Es normal esa evolución. Por mucho que se acepte la enfermedad, en ocasiones acaba generando esa ansiedad y esa depresión, porque es una lucha constante, que se puede llevar bastante bien en la mayoría de los casos, pero no siempre es así. Esos pensamientos de vida y muerte, en mi opinión, no son consecuencia de la diabetes en sí misma, es la depresión. Cuándo estamos agobiados, cuando la mente está resistiendo y luchando, de forma insconciente la mente piensa en la muerte como salida (no quiere decir ni mucho menos que haya tendencias de suicidio realmente, sino que la mente baraja esa salida como un alivio). Aunque por tu parte pienses que no te sientes mal por la diabetes, es posible que estés ahora padeciendo las consecuencias de esa ansiedad, stres, sacrificio y demás circunstancias de la enfermedad. Quizás debas informar a tu familia de lo que estás pasando. Un poco de comprensión y ayuda te vendría bien. No cargues tú sola con todo el peso. Un abrazo.
Llevo leyendo el foro desde hace mucho tiempo pero no me había animado a escribir antes. Soy diabética desde los 20 años, tengo 35. Desde hace seis años celíaca también ,mi sistema inmune y yo... Mi experiencia personal alterna temporadas en las que convivo con la diabetes y otras en las que me siento realmente cansada. Llevo bomba desde hace unos ocho meses y estoy encantada, pero es cierto que a mi la diabetes me produce una cierta sensación de fragilidad y de "no descanso", contando raciones, tiempos, con previsión de ejercicio, turnos de trabajo.....y esto a veces resulta agotador. Desde hace más de un año buscando un control óptimo para volver a quedarme embarazada..y cuando lo tengo diagnostican a mi pequeña de nueve años de diabetes en Semana Santa. Ella parece llevarlo bien pues es un tema que conoce desde que nació, pero se que está muy estresada y no lo exterioriza.Esto cambia mis planes totalmente, ahora es ella quien me necesita y aplazaré no se por cuanto tiempo el proyecto de la maternidad porque me preocupa este componente genético (aunque se que hay otros factores ambientales, autoinmunes...relacionados).Estoy tan tan triste... Tener una enfermedad crónica te cambia la vida, hay que intentar ser positivos y cuidarnos para evitar complicaciones, pero a veces el cuerpo grita auxilio y aparece la ansiedad y la depresión. Cuidate mucho y apoyate en tu familia y amigos.A mi me está ayudando mucho.Un abrazo muy fuerte!