Un estudio señala que sólo tener un historial de diabetes gestacional eleva el riesgo de desarrollar ateroesclerosis subclínica antes de que se desarrolle diabetes tipo 2 o síndrome metabólico en una mujer.

Las mujeres embarazadas pueden enfrentarse a un mayor riesgo de enfermedad cardiaca temprana cuando desarrollan diabetes gestacional, según concluye un estudio que se publica en «Journal of the American Heart Association».

La diabetes gestacional, que se desarrolla sólo durante el embarazo y generalmente desaparece después de la gestación, aumenta el riesgo de que la madre desarrolle diabetes más adelante. Esta dolencia se trata con una planificación de las comidas, la actividad física y, a veces, insulina u otros medicamentos.

En este estudio de 20 años, los investigadores encontraron que una historia de diabetes gestacional puede ser también un factor de riesgo para la ateroesclerosis temprana en las mujeres durante la mediana edad antes de que aparezcan la diabetes y enfermedades metabólicas.

«Nuestra investigación muestra que sólo tener un historial de diabetes gestacional eleva el riesgo de desarrollar ateroesclerosis subclínica antes de que se desarrolle diabetes tipo 2 o síndrome metabólico en una mujer», subraya Erica P. Gunderson, autora principal del estudio y científica en la División de Investigación de Kaiser Permanente, en Oakland, en EE.UU.

Al inicio del estudio, los investigadores midieron los factores de riesgo para la enfermedad cardiaca antes del embarazo de 898 mujeres, de 18 a 30 años de edad, que más tarde tuvieron uno o más partos.

Las mujeres se pusieron a prueba periódicamente para la diabetes y enfermedades metabólicas antes y después de su gestación durante todo el periodo de 20 años. El espesor de la pared de la arteria carótida se midió en promedio 12 años después del embarazo, cuando las mujeres tenían entre 38 y 50 años de edad.

Imágenes de ulrasonidos

El estudio analizó la edad, la raza, el número de nacimientos y el índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo y la glucosa en sangre en ayunas, la insulina, los lípidos y la presión arterial. Los participantes se dividieron en mujeres que desarrollaron diabetes gestacional y las que no lo hicieron, con 119 de ellas (13 por ciento) que desarrollaron diabetes gestacional (7,6 por cada 100 partos). El grosor de la arteria carótida sirve para medir la ateroesclerosis subclínica y predice un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular en mujeres, por lo que los investigadores utilizaron análisis de imágenes de ultrasonido de la arteria carótida, realizando cuatro mediciones del espesor de la pared.

Durante los 20 años de seguimiento, los científicos detectaron un espesor medio mayor de 0,023 mm en la íntima-media de la arteria carótida en quienes presentaban diabetes gestacional en comparación con aquellas mujeres que no desarrollaron la enfermedad y la diferencia no se atribuyó a la obesidad o la subida de la glucosa antes del embarazo. «Este descubrimiento indica que los antecedentes de diabetes gestacional pueden influir en el desarrollo de la ateroesclerosis antes de la aparición de la diabetes y las enfermedades metabólicas que anteriormente se han relacionado con enfermedades del corazón -apunta Gunderson-. La diabetes gestacional puede ser un factor de riesgo precoz de enfermedad cardiaca en las mujeres», alerta. Al cierre del estudio, 13 mujeres experimentaron eventos cardiovasculares, una de ellas en el grupo de diabetes gestacional.

Según Gunderson, es importante reconocer las características reproductivas que pueden contribuir al riesgo de enfermedad en las mujeres: «Es un cambio en el pensamiento acerca de cómo identificar un subgrupo de riesgo para la ateroesclerosis temprana».