Esta patología se produce por alteraciones en los niveles de glicemia que se presentan durante el embarazo, ya que en ese período ocurren cambios hormonales que favorecen a tener algún grado de resistencia a la insulina, lo que aumenta los niveles de glucosa.
Arnaldo Acosta, endocrino especialista en el área metabólica, informó que entre los factores de riesgo para la diabetes gestacional está el hiperinsulinismo (resistencia a la insulina) caracterizado por sobrepeso, síndrome del ovario poliquístico, triglicéridos elevados y el colesterol HDL bajo, familiares con diabetes y mujeres que han tenido un parto anterior y el niño pesó cuatro o más kilogramos.
Diagnóstico a tiempo. Pérez sugiere a las mujeres que quieran embarazarse, hacerse un estudio con el endocrinólogo y el ginecólogo para descartar los factores de riesgo.
La endocrinóloga dijo que la diabetes gestacional se debe descartar desde las primeras semanas del embarazo, y si la paciente no presenta ninguna alteración en sus valores de glucosa en ayunas, se le vuelve a evaluar en la semana 24-28 de acuerdo con los factores de riesgo que presente.
Explicó que con las pacientes con diagnóstico de diabetes gestacional desde el inicio del embarazo, hay que descartar que haya tenido diabetes antes de la gestación, porque luego va a seguir.
Síntomas. Según Acosta, si la glicemia de la paciente está entre 95 y 98, tiene diabetes gestacional pero no hay síntomas. A partir de los 180 miligramos en sangre, la mujer orina en gran cantidad y con frecuencia, le da sed a cada rato, tiene mucha hambre y puede ganar o perder peso.
Tratamiento. Acosta expresó que si después de desayunar, la glicemia llega a 160, se sugiere dieta con apoyo de un nutricionista más actividad física dirigida a embarazadas. Si no logra bajar la glicemia, se medicará insulina.
Informó que la mayoría de los bebés que nacen de madres con esta patología son sanos. Sin embargo, Pérez acotó que estos pequeños tienen el riesgo de nacer con más de 4 kilos de peso, traumatismos de hombro, hipoglicemia neonatal, y de adultos pudieran desarrollar diabetes o ser obesos.