El 11% de las embarazadas desarrollan diabetes durante la gestación, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones. Por ello, una prueba de rutina fundamental es la llamada "curva de la glucosa". Hasta ahora se realizaba en el centro de especialidades de Coia, que cerrará sus puertas en septiembre, dentro de la reordenación de la atención hospitalaria que está provocando la apertura del nuevo hospital. A partir del lunes, esta prueba se trasladará a su destino definitivo, la antigua unidad de hemodiálisis del Meixoeiro, donde el Sergas entiende que estas pacientes -25 al día- estarán más cómodas durante esta larga prueba, que se prolonga entre una y tres horas.
La prueba de tolerancia a la glucosa se hace a todas las gestantes en el segundo trimestre del embarazo. Deben ingerir 50 gramos de glucosa concentrada durante una hora para comparar los resultados de los análisis realizados antes y después. Si los niveles son elevados, deberán realizar una segunda prueba, ya diagnóstica de diabetes, en el que tendrán que ingerir 100 gramos durante tres horas y les realizarán cuatro extracciones. Son pruebas largas e incómodas, para las que ahora dispondrán de 26 puestos en la antigua unidad de hemodiálisis del Meixoeiro, reformada hace 5 años.
Se ha optado por ubicarla en el Meixoeiro para que esté en el mismo edificio del futuro laboratorio central, que analiza estas muestras, y porque los responsables de este diagnóstico son los endrocrinos, cuayo servicio también se ubicará al completo en este hospital.