Cuando a Lidia Nicuesa le empiezan a bajar o a subir los niveles de glucosa -lo que supone un riesgo serio dada la diabetes que padece- su perra 'Cini' se sienta delante de ella y se pone a ladrar.
La mascota, un jack russell terrier, se ha convertido en un glucómetro a cuatro patas gracias a su olfato, capaz de captar el cambio que se opera en el organismo de su dueña. Ayer, Lidia vino desde Zaragoza, donde vive, a Murcia con su inseparable 'Cini' para compartir su experiencia con las personas que quisieron acercarse a escucharla a una charla organizada por la Asociación para el Cuidado de la Diabetes (Adirmu), que celebra estos días la Semana de la Diabetes con diferentes actividades.
«La tengo desde hace dos años, y disfruto de mucha más autonomía. Ahora puedo anticiparme gracias a ella a las hipoglucemias o hiperglucemias. Antes de que aparezcan los síntomas, 'Cini' avisa. Cuando lo hace, solo tengo que comprobar el nivel de azúcar en el glucómetro», explicaba Lidia Nicuesa poco antes de iniciar su charla.
Mascota y dueña se han vuelto «inseparables», admite esta estudiante de Magisterio de 22 años. Fue la primera perra guía entrenada para prevenir las descompensaciones en pacientes diabéticos. Desde entonces, el centro de adiestramiento Canem, de donde ha salido 'Cini', en Zaragoza, ha preparado a otros 22 perros, aunque ninguno de ellos ha terminado de momento en la Región.
La mascota fue ayer la atracción de la Semana de la Diabetes, que continúa hoy con una cata de alimentos saludables y una charla sobre aplicaciones móviles para situaciones de emergencia. Ambos actos tendrán lugar en la Real Academia de Medicina y Cirugía, en el edificio del Museo Arqueológico. Mañana, Adirmu celebra su asamblea general anual.