Abusar de los antibióticos podría generar diabetes porque generan un desequilibrio en la composición de la flora bacteriana en el intestino, lo que llegaría a impactar en otros sectores de nuestro organismo.
Lleva más de diez años de vigencia la advertencia extendida a buena parte de la comunidad médica en torno del uso indiscriminado de antibióticos en distintos ámbitos, que va desde la cría de animales para consumo humano hasta la prevención de enfermedades infecciosas que no necesariamente se tratan con esos medicamentos.
Lo cierto es que al riesgo ya demostrado de que los antibióticos pierdan su efectividad, dejando a los médicos sin herramientas para combatir infecciones potencialmente mortales, se suman nuevos efectos adversos relacionados con su impacto sobre el organismo humano.
El más reciente es su denunciado vínculo con la diabetes tipo 2.
Esta enfermedad, que se caracteriza por la incapacidad del organismo de utilizar la insulina para procesar los azúcares de los alimentos y que puede conducir a la necesidad de recibir periódicas dosis de insulina, está en franco avance, como resultado de la epidemia de obesidad que afecta actualmente al mundo occidental.
Sin embargo, el exceso de peso corporal no sería el único factor de riesgo. Un reciente estudio norteamericano sugiere que el uso excesivo de antibiótico podría aumentar el riesgo de diabetes, al alterar la flora intestinal.
"Aunque nuestro estudio no muestra causalidad, creemos que los niveles y la diversidad cambiantes de las bacterias intestinales podrían explicar el vínculo entre los antibióticos y el riesgo de diabetes", comentó el doctor Yu Xiao Yang, investigador de la Universidad de Pensilvania.
Junto a su colegas analizó información médica de un millón de personas del Reino Unido para hallar que aquellos que habían recibido, al menos, dos regímenes de cuatro tipos de antibióticos (penincilinas, cefalosporinas, quinolonas y macrólidos) eran más propensos a contraer diabetes.
Según el análisis, de dos a cinco regímenes de penincilina elevan el riesgo de diabetes en un 8 por ciento, pero cuando se trata de personas que recibieron más de cinco regímenes el riesgo fue del 23 por ciento.
En cuanto a las quinolonas, de dos a cinco regímenes aumentaron el riesgo de diabetes en un 15 por ciento, mientras que más de cinco aumentaron el riesgo en un 37 por ciento.
Se ha sugerido que las bacterias intestinales influyen con los mecanismos subyacentes de la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes en modelos tanto animales como humanos.