Si alguien en la familia padece diabetes, sabrá que uno de los pilares para sobrellevarla es la alimentación. Dieta es una palabra de cinco letras que en principio puede sonar a restricción, pero que no significa que nunca más probará algo dulce, o que sus comidas deben ser aburridas. Se trata simplemente de aprender a comer y, para ello, la nutricionista Emma Marcucci del programa My Star (Sanofi), ofrece las claves.

• Con medida: la dieta del diabético no debe ser triste o aburrida, pues se pueden incluir todos los grupos de alimentos. Puede comer de todo, pero en pequeñas porciones.

• Fraccione: no haga solo los tres tiempos de comida, pues llegará con demasiada hambre al siguiente tiempo. Refaccionar da mayor sensación de saciedad.

• Distribución: en su plato, la porción de carne debe ser del tamaño y grosor de la palma de su mano. La porción de carbohidratos (arroz, papa o frijol) debe ocupar el tamaño de su puño y el resto del plato debe estar conformado por vegetales.

• Carnes magras: no se elimina la carne roja al 100%, pues puede utilizarla una vez a la semana y el resto cambiarlo a carnes blancas. Los mariscos se limitan a una vez cada 15 días, porque elevan los triglicéridos.

• Lácteos: opte por las versiones descremadas. El requesón es uno de los mejores para los diabéticos, y puede elegir también queso fresco, de capas o panela. Este último está elaborado con leche descremada y tiene poca cantidad de sal. Para reducir la cantidad de sal en los quesos, la opción es lavarlos.

• Siempre natural: el paciente debe limitar el consumo de sal y evitar utilizar saborizantes artificiales. Estos pueden reemplazarse con hierbas aromáticas, que dan sabor y además aportan antioxidantes.

• ¿Cómo lo cocino?: prefiera preparaciones horneadas, a la plancha, cocidas, al vapor o salteadas. Evite los empanizados o fritos.

• Postres: prepárelos a base de frutas y, si utiliza edulcorantes, no se pase con ellos, pues su paladar debe acostumbrarse a la menor cantidad de azúcar posible. Si asiste a un cumpleaños coma una pieza pequeña de pastel y acompáñelo con agua pura.