Con la intención de integrar la asistencia al enfermo de diabetes, la endocrina Teresa Martínez Ramonde pondrá en marcha un centro privado en la clínica Quirón de Manuel Murguía. Allí, trabajará de forma independiente para que los afectados por el mal no tengan que ir de un lado para otro y reciban toda la atención en un mismo lugar.
La especialista presentaba ayer el proyecto en Afundación como la evolución lógica de la sanidad, sobre todo, ahora que la esperanza de vida es mayor y hay más pacientes crónicos, que “a su vez tienen más ramificaciones de sus patologías”. De esta forma, su consulta integrará todas las implicaciones orgánicas que deriva la diabetes, las psicológicas, las familiares y las sociales para estar en permanente conexión con el personal médico de otras áreas con las que guarda relación.
En el mismo saco estarán metidos los expertos en cirugía vascular, oftalmología, neurología y ginecología porque se trata de ponerle las cosas más fáciles a los que conforman el 10% de la población actual. Teresa Martínez explica que cada vez hay más casos y también más enfermos informados que pasan el tiempo saltando de la atención primaria al especialista, en lo que califica como “una desorganización grande”.
Aunque la sanidad pública ya camina hacia la integración de la asistencia, en la privada todavía es peor, comenta. De ahí la idea de montar un espacio que evite los desplazamientos. En él, se realizarán exploraciones de los ojos, neurológicas y de tensión arterial, proporcionando la información diabetológica necesaria a través de tecnología punta.
Comenta la endocrina que lo último son las bombas de insulina con sensores, pero que aunque la medicina ha dado pasos de gigantes, el paciente sigue viendo que con el mal a las espaldas, su vida queda limitada. Por eso, es tan importante la presencia de psicólogos: “Cuando te diagnostican la enfermedad, te condicionan por todos los lados. Es más fácil ponerse la insulina y hacerse controles, pero te obliga a cambiar tu dieta y no puedes hacer lo que te dé la gana”.
De momento, el centro integral para la diabetes entrará en el seguro privado de Sanitas. La idea es ampliarlo a otros en los próximos meses, incluso crear un pequeño seguro, donde los asociados reciban atención a cambio de un tanto al mes.
En principio, Teresa se pondrá al frente del servicio junto a otros tres compañeros para ampliar la plantilla en un futuro con especialistas jóvenes. En este punto, la clínica tenderá brazos con los otros departamentos médicos que se accionan en el momento que un paciente presenta altos índices de azúcar en la sangre.
En el mismo centro estarán también los podólogos y los expertos en medicina del deporte. Para que la atención sea completa y los enfermos no tengan que peregrinar en busca de una mejora de su calidad de vida.
En este sentido, la longevidad es la razón de que este tipo de asistencia sea la correcta, según la especialista, que cree que por excelencia, la diabetes es una de las patologías que más demanda el cambio por todas esas ramificaciones que se dan en cada caso confirmado.