Ahora vivimos más tiempo, pero si no tenemos cuidado podemos hacerlo enfermos, ya que el envejecimiento y los malos estilos de vida aumentan el riesgo de padecimientos crónico degenerativos, principalmente enfermedades del corazón, diabetes o cáncer, causas que juntas son responsables de una de cada dos muertes en México.

Tan sólo la diabetes ocasiona alrededor de 85 mil defunciones al año, es decir, nueve cada hora o una cada siete minutos. Se trata de una gran amenaza a la salud y bienestar en nuestro país, ¿y cómo no? si además tenemos un espantoso primer lugar en diabetes mellitus entre los países de la OCDE.

COMPLICACIONES DE LA DIABETES. Después de varios años de padecerla y sin control, se producen complicaciones, las más frecuentes son:

Ceguera, por daño a los vasos sanguíneos de la retina (capa en el ojo que transforma las imágenes en señales nerviosas que son enviadas al cerebro).

Pie diabético, son las úlceras en los pies o piernas que pueden llevar a la amputación.

Neuropatía diabética, es el daño a los nervios del cuerpo, que se manifiesta por dolor, hormigueo, pérdida de la sensibilidad, problemas digestivos y disfunción eréctil.

Ataques cardiacos o embolias.

INSUFICIENCIA RENAL. ¿Cómo se daña el riñón en la diabetes?

El exceso de azúcar de manera crónica en varios tejidos como el ojo, los nervios y los riñones tiene un efecto de avalancha metabólica, se desencadenan mecanismos complejos que tienen que ver con las enzimas, proteínas y los genes que en conjunto causan inflamación, estrés y oxidación en las células de las nefronas. Las nefronas son miles de estructuras que filtran la sangre en los riñones, el daño que sufren hace que se engruesen, se formen cicatrices y pierdan su capacidad para limpiar la sangre y eliminar el exceso de líquido.

En la diabetes, el daño renal puede ocurrir 5 o 10 años antes de que comiencen los síntomas, por eso es tan importante el control adecuado del azúcar y los exámenes regulares para ver que los riñones estén bien.

¿PREVENCIÓN O CURACIÓN? La diabetes puede prevenirse con una dieta sana, un peso adecuado, no fumar, no beber en exceso y con ejercicio regular. Cuando ya se está enfermo/a, las mismas medidas van a evitar o disminuir el riesgo de complicaciones.

Otras formas de ayudar a los riñones es tratando la presión arterial, evitando la automedicación, en especial analgésicos o antibióticos que pueden dañarlo, así como los refrescos y otras bebidas azucaradas, las cuales también aumentan el riesgo de piedras en los riñones.

Para las personas que no han podido evitar la insuficiencia renal, las opciones son la diálisis, la hemodiálisis o el trasplante renal.

Nunca es tarde para prevenir, la próxima vez que te ofrezcan una bebida azucarada, acuérdate de tu riñón, bebe agua simple.