Una persona diagnosticada con diabetes puede sentirse abrumada al principio, debido a los grandes ajustes que debe realizar en su vida. Para superar este primer impacto emocional se recomienda buscar orientación y educación adecuada, de esta manera podrá entender su condición y desarrollar progresivamente un mecanismo de autocontrol.

Desde el momento del diagnóstico, el diabético inicia un proceso de aprendizaje que podría ser considerado muy laborioso. Tiene que empezar a autoanalizarse, principalmente midiendo su glicemia, debe adaptar las indicaciones de su tratamiento dietético y farmacológico a su ritmo de vida, e incluso debe aprender las técnicas de autoinyección, en caso que deba tratarse con insulina.

“Una de las dificultades más importante en el manejo de esta condición es la negación, en especial con quienes tienen diabetes tipo 2, donde inicialmente sus manifestaciones pueden pasar desapercibidas, pero luego de meses y años, cuando se inicia el tratamiento muchas de las complicaciones ya están presentes”, expresó Joalice Villalobos, endocrinóloga pediatra.

De acuerdo con la especialista, existe la falsa creencia que un paciente con diabetes siempre va a tener glicemias elevadas. La galena aseveró que con un adecuado manejo la persona puede mantener sus valores de azúcar en la sangre lo más cercano a lo normal, ya que este es el factor más importante para prevenir las complicaciones crónicas.
Control alimentario

La alimentación es un aspecto de gran importancia y generador de angustia para el paciente, ya que cree que a partir del diagnóstico su ingesta de comida va a ser muy restrictiva. Se recomienda una dieta balanceada con una base de 50% de carbohidratos repartidos en el transcurso del día, relacionados con los horarios de su terapia farmacológica.

“Debe evitar el consumo de azúcares refinados, excepto los pacientes con diabetes tipo 1 o con la de tipo 2 que estén intensificados en su terapia con insulina, lo que les permite mayor flexibilidad en raciones de carbohidratos siempre y cuando ajusten adecuadamente la dosis de la hormona”, detalló Villalobos.

La mejora en los cambios alimenticios persigue también actuar en el control del exceso de peso. De acuerdo con la galena, no existe evidencia que el uso de suplementos de omega 3 prevenga los eventos cardiovasculares. Tampoco hay evidencia de beneficio con el consumo de suplementos de vitaminas y minerales.

Los especialistas recomiendan en general conseguir los nutrientes directamente de los alimentos. A las personas con diabetes se les aconseja comer balanceadamente productos con altas concentraciones de ácidos grasos poliinsaturados, entre ellos, pescados como atún, salmón y sardinas.

Cuerpo en movimiento

El ejercicio también es uno de los pilares fundamentales en el manejo de la diabetes. Está demostrado que mejora el control glucémico, disminuye los factores de riesgo cardiovascular y contribuye a la pérdida de peso. La recomendación para adultos es realizar al menos 150 minutos por semana de actividad física aeróbica, de moderada a intensa, y en niños se debe estimular a realizar al menos 60 minutos diarios.

En cuanto a las visitas al médico, Villalobos recomienda que un paciente con diabetes bien autocontrolado asista a consulta cada tres o cuatro meses. La frecuencia puede ser mensual en caso que la persona esté iniciando su tratamiento o que por diversas circunstancias no lleve un buen control.

Mal del páncreas

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas no secreta insulina o lo hace en cantidades insuficientes. Dicha hormona es responsable del mantenimiento de los valores adecuados del azúcar en la sangre, en las cantidades necesarias o de calidad óptima. Existen tres tipos principales (o más frecuentes) de la patología: tipo 1, tipo 2 y gestacional.