Un tratamiento para reducir la tensión arterial entre los pacientes con diabetes tipo 2 se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y de enfermedades del corazón y mejora de la mortalidad, según un estudio que se publica este martes en la revista 'JAMA'.
Para 2030, se estima que habrá al menos 400 millones de personas con diabetes mellitus tipo 2 en todo el mundo. La diabetes tipo 2 se asocia con un riesgo significativamente mayor de problemas como ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
Los niveles de presión arterial (PA) son en promedio más alto entre las personas con diabetes y el incremento de la PA es un factor de riesgo bien establecido para las personas con diabetes. La reducción de la presión arterial en estos pacientes es un área de controversia actualmente, con un especial debate en torno a qué terapia se debe ofrecer y los objetivos de PA a alcanzar, según la información de respaldo del artículo.
Kazem Rahimi, del Instituto George para la Salud Global de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y sus colegas realizaron una revisión y un metaanálisis a gran escala de ensayos controlados aleatorios de tratamientos antihipertensivos incluyendo pacientes con diabetes, publicados entre enero de 1966 y octubre de 2014.
Una búsqueda en la literatura médica identificó 40 ensayos que se consideraron de bajo riesgo de sesgo (100.354 participantes) y se incluyeron en la investigación para examinar las asociaciones entre el tratamiento antihipertensivo y la enfermedad vascular en la diabetes tipo 2.
Los investigadores encontraron que cada disminución de 10 mm Hg en la presión arterial sistólica se asoció con un menor riesgo de mortalidad, eventos cardiovasculares, problemas de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, albuminuria (presencia de exceso de proteínas en la orina) y retinopatía (pérdida de la visión relacionada con la diabetes).
Las asociaciones entre los tratamientos para reducir la PA y los resultados no fueron significativamente diferentes, independientemente de la clase de fármacos empleados, a excepción de los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia cardiaca.
Aunque las asociaciones proporcionales del tratamiento para reducir la presión arterial en la mayoría de los resultados estudiados fueron una disminución por debajo de un nivel de la PA sistólica de 140 mm Hg, los datos indican que la reducción adicional por debajo de 130 mm Hg se asocia con un menor riesgo de accidente cerebrovascular, retinopatía y albuminuria, lo que puede generar beneficios netos para muchas personas con alto riesgo de esos resultados.