Aunque el hecho de que las personas con diabetes tipo I no producen insulina está ampliamente aceptado, un estudio reciente sugiere lo contrario. Alrededor de una tercera parte producen la hormona mucho tiempo después del diagnóstico.
La producción residual de insulina puede continuar durante más de cuatro décadas, informaron los investigadores en una edición reciente de la revista Diabetes Care. Sus hallazgos podrían ayudar a evitar el diagnóstico erróneo de la diabetes tipo I como diabetes tipo II, que es más común, y mejorar los tratamientos para el control del azúcar en sangre, sugirieron.
"Otros estudios han mostrado que algunos pacientes de diabetes tipo I que han vivido con la enfermedad durante muchos años siguen segregando insulina, y la suposición ha sido que esos pacientes son excepcionales", comentó la autora principal del estudio, la doctora Carla Greenbaum, directora del Centro de Operaciones del Biobanco de Intercambio de DT1, un repositorio de muestras biológicas de la diabetes tipo I.
"Por primera vez podemos decir de forma definitiva que esos pacientes son un verdadero subgrupo de la población con diabetes tipo I, lo que tiene importantes implicaciones clínicas y para la política sanitaria", señaló en un comunicado de prensa de la revista.
En todo el mundo, alrededor de 35 millones de personas sufren de diabetes tipo I, dijeron los investigadores. La enfermedad autoinmune provoca la destrucción de las células que producen la insulina en el páncreas, lo que significa que los pacientes deben recibir inyecciones de insulina o una bomba de insulina.
Los investigadores examinaron muestras de diabetes tipo I de más de 900 personas de 5 a 88 años de edad, y encontraron que el péptido C, un subproducto de la producción de insulina, estaba presente en pacientes de todas las edades.
Pero el péptido C se encontró con mayor frecuencia y en mayores concentraciones en los que habían sido diagnosticados en la adultez. Entre los que habían tenido diabetes tipo I entre tres y cinco años, el péptido C se encontró en el 78 por ciento de los diagnosticados tras los 18 años de edad, y en menos de la mitad de los diagnosticados antes de los 18.
Además, el 16 por ciento de los diagnosticados en la adultez y el seis por ciento de los diagnosticados en la niñez tenían péptido C residual más de cuatro décadas después, hallaron los investigadores. Concluyeron que hay diferencias clave entre la diabetes tipo I diagnosticada en la niñez y la que se desarrolla en la adultez.
"Estos hallazgos otorgan más credibilidad a la investigación que se está llevando a cabo sobre las terapias dirigidas que prolongarían la producción de insulina, ayudando a los pacientes de diabetes tipo I a gestionar mejor su enfermedad y a reducir las complicaciones", aseguró en el comunicado de prensa la coautora del estudio, Asa Davis, gerente de programa del Intercambio de la DT1. "Por ejemplo, ya se están estudiando tratamientos potenciales de inmunoterapia con esa meta en mente, y nuestros hallazgos resaltan que las personas diagnosticadas a una edad temprana quizá tengan más probabilidades de beneficiarse de esos métodos".
Los investigadores también dijeron que sus hallazgos podrían tener implicaciones importantes para las políticas, anotando que muchos casos de diabetes tipo 1 quizá no cumplan con los requisitos para la bomba de insulina de las aseguradoras federales o privadas, que se basan en la falta de producción de insulina.
Fuente: HealthDay / Mary Elizabeth Dallas