Médicos gallegos apuestan por la terapia con bomba de insulina, un dispositivo portátil que administra esta sustancia de forma constante y programada a lo largo del día.
Un pequeño dispositivo portátil del tamaño de un móvil -que se puede desconectar para ir a la playa o hacer deporte- que administra de forma continua y programada la insulina que a lo largo del día precisa el paciente diabético. Esta terapia, bautizada como bomba de insulina, es para los expertos el mejor sistema de administrarse insulina ya que "imita la forma de hacerlo que tiene el páncreas", pero no termina de ganar adeptos. En España, solo un 5% de los diabéticos lo usa debido a falsas creencias como que limita la autonomía del paciente, que es de gran tamaño o que es un páncreas artificial.
Cuando el páncreas deja de segregar la hormona que controla el nivel de azúcar en sangre, la insulina pasa a convertirse en compañera de viaje inseparable para muchos diabéticos que tienen que inyectársela varias veces al día. Acabar con los continuos pinchazos -que sean necesarios tan solo un par de veces a la semana-, reducir el riesgo de hipoglucemias y sobre todo administrarse la insulina de la forma más similar posible a como lo haría el propio organismo ya es posible gracias a la terapia con bomba de insulina. Pese a que para los médicos gallegos este tratamiento "solo tiene ventajas", todavía son muy pocos quienes se animan a seguirlo. En España solo un 5% de los diabéticos cuenta con una bomba de insulina -es el penúltimo país de Europa-, una tasa de implantación que baja al 3% en el caso de Galicia, según la Federación de Diabéticos Españoles.
La bomba de insulina es un pequeño dispositivo portátil -del tamaño de un teléfono móvil- que se conecta al organismo de forma subcutánea a través de un cable y un catéter y que administra la insulina de forma automática y continua durante las 24 horas del día. "Este sistema permite inyectar la insulina de una forma más fisiológica, es lo más parecido a la función del páncreas", señala la jefa del servicio de Endocrinología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Teresa Martínez, quien explica que esta terapia "permite ajustar mejor las cantidades de insulina" ya que se puede programar para que el dispositivo administre diferentes cantidades y solo obliga a cambiar el sistema de infusión cada tres días. "Permite mayor libertad de movimientos y un mejor control", sostiene.
Unas ventajas que comparten desde la Federación de Diabéticos Españoles, donde aseguran que es el tratamiento ideal para niños con diabetes 1. "En estos pacientes reduce hasta en cuatro veces el riesgo de sufrir hipoglucemias y llegan a reducir el número de inyecciones de cinco diarias a una media de una cada tres días", señalan desde este organismo, donde resaltan que entre las principales ventajas para los niños está que fomenta su autonomía. "Un mejor control posibilita que los niños tengan más autonomía para gestionar su diabetes y a la hora de realizar actividades cotidianas como comer, dormir, hacer deporte o ir de excursión", señalan desde esta asociación.
Desde la Federación Española de Diabéticos indican que la Agencia de Evaluación de Tecnología Médica Británica recomienda que el 50% de menores de 12 años con diabetes estén tratados con bomba de insulina. Una tasa a años luz de la que se registra en España. Solo el 3% de niños con diabetes 1 recurre a esta terapia, según la Federación, un tratamiento que siguen el 75% de menores en Eslovenia, el 59% en Noruega o el 45% en Alemania. En el caso de Galicia tan solo diez niños controlan su diabetes con bomba de insulina. Los expertos tienen claro que es por la falta de información y falsos mitos.