La jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital General de México, Sara Arellano Montaño, indicó que de los aproximadamente siete millones de mexicanos diagnosticados con diabetes, 60 por ciento tiene ya problemas renales.
Manifestó que el gasto promedio anual del sector salud pública para la atención de pacientes con esta enfermedad es de siete mil millones de pesos y 75 por ciento de esos recursos son para la atención de complicaciones derivadas de la diabetes mellitus tipo 2.
Al participar en el Seminario de Diabetes para Medios de Comunicación, realizado en este puerto, señaló que en México cada año mueren 70 mil personas a consecuencia de esta enfermedad o sus complicaciones, como afecciones cardíacas.
La diabetes tipo 2, explicó, es la principal causa de ceguera, amputaciones y otras complicaciones graves.
Expresó que en el país no existe una verdadera cultura de la prevención y eso genera que, en buena parte de los casos, la atención médica sea tardía y a corto o mediano plazo surjan complicaciones.
"El problema es que no hay esa cultura médica para checarnos dos veces al año la glucosa; la diabetes es una enfermedad progresiva y cuando se diagnostica, por lo general han transcurrido de cinco a 10 años con la enfermedad.
"Aunque se ha avanzado, no hemos alcanzado las cifras que queremos, de que 80 por ciento de la población cheque sus niveles de glucosa", indicó.
Arellano Montaño resaltó que hasta hace algunos años, en los estudios sobre esta enfermedad se había ignorado los efectos en los riñones, pero ahora se sabe que forma parte de los ocho factores o fallas en el funcionamiento de órganos que generan este mal.
Detalló, que el cuerpo humano necesita 250 gramos de glucosa para funcionar y una dieta normal aporta 180 gramos, el resto lo genera el hígado.
Una de las funciones del riñón es filtrar diariamente el azúcar y enviar nuevamente al torrente sanguíneo parte de la que requiere el cuerpo, pero lamentablemente no detecta si hay una sobre producción de glucosa y reabsorbe toda la que pasa por él.
Agregó que con este conocimiento se han desarrollado nuevas terapias que si bien, no revierten el daño renal producido por la diabetes, si evita la reabsorción de glucosa en exceso y controla de manera más eficiente al paciente diabético.
En esa línea, la alianza de dos empresas farmacéuticas lanzó una nueva molécula denominada empagliflozina, que deberá administrarse bajo recomendación médica en combinación con otras terapias.
De acuerdo con las farmacéuticas, dicha sustancia no está recomendada para pacientes mayores de 65 años, debido al deterioro renal, o para quienes tienen 45 por ciento o menos de función renal, porque no les ayudaría.