La venezolana Adriana Arreaza-Rodríguez relata en un nuevo libro, "No es tan dulce", su historia desde que fue diagnosticada a los 7 años con diabetes tipo 1 y su lucha por mantenerse sana, con el cual busca inspirar a otras personas que padecen esta enfermedad.

"Este es un libro que lo que busca es brindarle esperanza a aquellos que, como yo, padecen diabetes y decirles que sí se puede vivir una vida plena", dijo Arreaza-Rodríguez, en entrevista con Efe, realizada en su casa, en Irvine, California.

"Hace falta mucha disciplina, persistencia y tenacidad, acompañada de fe en Dios y confianza en uno mismo, cuando nos aferramos a todo esto podemos lograr las más ambiciosas metas, yo soy testigo de ello y es lo que deseo compartir a través de mi libro", agregó la autora.

La autora es desde hace 5 años voluntaria de la Asociación Americana de Diabetes y da clases en colegios públicos para alertar sobre esta problemática, que registra altos índices entre la comunidad hispana.

Arreza-Rodríguez fue y sigue siendo el único caso de diabetes tipo 1 diagnosticado en su familia, que es una enfermedad crónica por la que el páncreas no produce suficiente insulina, por ello, desde hace 37 años debe inyectársela cada día, para controlar los niveles de azúcar en su sangre, y además, sigue rigurosamente una dieta especial y un estilo de vida que, asegura, le ha brindado sus frutos.

"En 37 años que llevo padeciendo diabetes no he tenido ni una sola complicación. Estadísticamente, después de los 12 años de diabetes, debes desarrollar cualquier cosa, los órganos se van degenerando, la gente se complica de los riñones, queda ciega o le cortan sus extremidades, las complicaciones son muy frecuentes, pero en mi caso no hay nada. Tengo una vida normal, es un milagro", enfatizó.

En su libro, publicado en español el mes de mayo por Hirsch Publishing, además de narrar su vida como diabética, hace énfasis en episodios que buscan llamar la atención del lector, en cuanto a conceptos y terminología, o también lo que puede causar en un diabético ciertos alimentos, ciertas bebidas, los síntomas, cómo evitar complicaciones, cómo cuidar los ojos, los dientes, los pies, cómo cortarse las uñas.

"Son detalles fundamentales y la gente muchas veces no tiene idea de lo importante que son porque los médicos no siempre se toman el tiempo para explicarnos, con la profundidad que hace falta, esas cosas que pueden hacer la diferencia entre estar sanos o no", dijo la escritora, casada desde hace 24 años y madre de dos hijas, una de 21 y otra de 14 años.

Para finales de este año está pautada la publicación en inglés de este libro que la autora escribió pensando tanto en el diabético como en su familia.

Estos conocimientos también los comparte semanalmente en su programa de radio por Internet, "No es tan dulce", que se transmite los viernes por turadiolatinoamericana.com.

"Nunca había pensado que mi historia podía ayudar a alguien, pero me he dado cuenta que lo que tú vives, tus circunstancias pueden ayudar a los demás", afirmó.

Agregó que la fe es lo que la mantiene viva y el sentido común le lleva a poner todo de su parte para lograr la disciplina que hace posible vivir con esta enfermedad, sin morir a diario.

"La gente no solo necesita el conocimiento de lo que es la diabetes, necesita también amor en el corazón, necesita sentir que hay alguien que, aunque no te conozca, te da una palabra de aliento, te da un abrazo, un apretón de manos, que te entiende, te acepta y te comprende", concluyó.