Los riñones son otro de los órganos que se ven afectados cuando tienes diabetes y no te cuidas. A la complicación que sufre este órgano se le llama “Nefropatía diabética” y si es severa, puede causar que tus riñones dejen de funcionar.
Desde el momento en que recibes la noticia de que tienes diabetes, el médico será muy enfático en indicarte que debes cuidarte. El controlar tus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre y mantenerlos dentro de los niveles saludables es la clave para que evites las complicaciones de la diabetes, que afectan a varios órganos del cuerpo como el corazón y los vasos sanguíneos; los ojos; los nervios; los dientes y las encías y por supuesto, los riñones.
¿Cómo afecta la diabetes tus riñones?
Muchas personas se preguntan esto, porque a primera vista parecería que una cosa no tiene que ver con la otra. Para entender cómo surge la llamada “nefropatía diabética” es una buena idea explicar de qué se trata el funcionamiento de los riñones y cómo es que la diabetes descontrolada llega a dañarlos hasta el punto que dejen de funcionar.
Los riñones cumplen una tarea que no es nada fácil y que podría compararse con una máquina compleja de reprocesamiento. Todos los días purifican cerca de 190 litros de sangre para filtrar 1.9 litros de deshechos y el exceso de agua que se convierten en orina y son almacenados por la vejiga.
Los desechos se forman como resultado de la descomposición normal de los tejidos y de los alimentos que consumimos. Una vez que el cuerpo toma lo que necesita de los alimentos para fabricar energía y reparar los tejidos, los desechos son enviados a través de la sangre. Si lo riñones no filtraran estos desperdicios, se acumularían en la sangre y el cuerpo se intoxicaría.
La filtración de los desperdicios ocurre en pequeñas “unidades” que se encuentran dentro de los riñones y se denominan “nefronas”. Cada uno de tus riñones tiene aproximadamente un millón de nefronas, y allí, un pequeño vaso sanguíneo (capilar) conocido como glomérulo se une a un pequeño tubo que recoge la orina llamado túbulo y se produce un complejo intercambio de sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y entran al sistema urinario (de la orina). ¿No te parece increíble todo lo que hacen este par de órganos en forma de fríjol?
Cuando tiene diabetes, el cuerpo no puede usar la glucosa de forma adecuada. Entonces, ésta se queda en el torrente sanguíneo (en la sangre) y en lugar de descomponerse, actúa como un veneno que daña las nefronas. Y como te pudiste dar cuenta, las nefronas son indispensables para que los riñones funcionen. Si dejan de funcionar, es necesario recurrir a la diálisis, un procedimiento artificial que se usa para filtrar la sangre.
No suena para nada divertido, porque no lo es.
¿Cuáles son los síntomas de la nefropatía diabética?
Desafortunadamente, esta condición no da síntomas en su etapa temprana. Por eso, es MUY IMPORTANTE que te hagas exámenes de orina regularmente para detectar la presencia de la proteína albúmina. Este es el primer indicador de que hay un daño en los riñones. Si se detecta en etapa temprana aún estás a tiempo de salvar tus riñones.
Si tienes diabetes tipo 1, hazte el examen de orina cada año si has tenido diabetes por 5 años.
Si tu hijo tiene diabetes, los exámenes regulares deben empezar en la pubertad.
Si tienes diabetes tipo 2, debes hacerte los exámenes de orina una vez al año a partir del momento en que te diagnostican con diabetes.
Cuando el daño en los riñones a causa de la nefropatía es notable, tu presión arterial sube y empezarás a sentir inflamación (hinchazón) sobretodo en los pies y en las piernas. El colesterol y los triglicéridos también aumentan sus niveles de forma notable.
¿Cómo se puede tratar la nefropatía diabética?
El tratamiento principal es tomar medicamentos para bajar la presión sanguínea como inhibidores ACE o los ARB.
Tu médico y tú tendrán que diseñar un plan para mantener tus niveles de tu presión arterial por debajo de 130/80, así como los niveles de colesterol bajos. Para esto deberás llevar una dieta baja en grasas, disminuir el sodio (la sal) y estar atento al consumo de proteínas puesto que estas hacen que tus riñones trabajen el doble. El ejercicio también es clave para regular tu presión arterial y colesterol. Es muy probable que también te den medicamento para el colesterol, si no los tomabas ya.
¿Puedes prevenir la nefropatía diabética o daño a los riñones?
¡Claro que sí! Desde el momento en que te diagnostican con diabetes, debes mantener los niveles de glucosa bajo control mediante una dieta saludable, manteniendo tu peso ideal y haciendo ejercicio regularmente. Como digo yo, son las 3 claves del éxito en la salud de los pacientes con diabetes, combinado con las visitas regulares a tu médico y dejando de fumar.
¡No te descuides! Tus riñones tienen una tarea muy importante y son un tesoro que debes valorar antes de que sea tarde.