Un ensayo clínico pionero en España, en el que participan la Universitat Politècnica de València, el Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva) del Hospital Clínico de Valencia, el Clínic de Barcelona y la Escola Politècnica Superior de la Universitat de Girona (UdG), estudiará la eficacia de un páncreas artificial, uno de los últimos avances de tecnología aplicada a la salud, sobre 20 pacientes con diabetes tipo 1 en tratamiento con ISCI, diez de cada centro hospitalario.
Según han informado la UPV y el Incliva, el páncreas artificial es un dispositivo que se basa en un algoritmo matemático de control que calcula la dosis "óptima" de insulina de acuerdo con las necesidades de cada paciente y en cada momento. Se trata de dotar a las bombas de insulina que utilizan los pacientes con diabetes tipo 1 de un sistema adicional (algoritmo de control) que les indique la cantidad de insulina "justa y necesaria para un paciente en cada momento".
El ensayo está dirigido en el Clínico de Valencia por el doctor F. Javier Ampudia-Blasco, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico Universitario, en colaboración con Paolo Rossetti, del Hospital Fransec de Borja de Gandia, e investigador del Incliva.
El ensayo materializa un proyecto de investigación que se remonta a 2004, cuando investigadores del Instituto de Automática e Informática Industrial de la UPV --Jorge Bondia-- y del Instituto de Informática y Aplicaciones de la Universitat de Girona --Josep Vehí-- decidieron buscar soluciones para evitar "uno de los grandes problemas que aún hoy tienen los pacientes con diabetes, que es decidir la cantidad de insulina necesaria en cada momento".
Actualmente, según ha explicado Jorge Bondia, ingeniero y co-investigador, "el paciente es sometido a una terapia intensiva de insulina, bien mediante inyecciones diarias múltiples o con la infusión continua mediante bombas de insulina. Sin embargo, la terapia intensiva de insulina que es muy eficaz, pero tiene como contrapartida el incremento de episodios de hipoglucemia. Y por otra parte, niveles muy bajos de insulina pueden conducir al coma diabético".
MONITORIZACIÓN DE LA GLUCEMIA
La monitorización de la glucemia constituye un elemento "fundamental" en el tratamiento y control de los pacientes diabéticos. Según el doctor Ampudia-Blasco, "la diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad crónica que requiere la administración de insulina de por vida. Hoy en día, en aquellos pacientes donde la administración de inyecciones múltiples de insulina no consigue un óptimo control de la glucemia, la utilización de bombas de insulina, sistemas de infusión subcutánea continua de insulina (ISCI), pueden ser una alternativa".
Las investigaciones realizadas en los últimos años, han demostrado que además de estos sistemas de ISCI, la utilización conjunta de una bomba de insulina y de un sistema de monitorización continua de glucosa (MCG), "pueden ser de utilidad en pacientes seleccionados para mejorar el control de las cifras de glucemia".
Sin embargo, los sistemas existentes hasta ahora "no toman decisiones de forma automática, y requieren siempre que el paciente interprete la cifra de glucosa y decida qué hacer en cada momento respecto a la dosis de insulina que hay que administrar".
El sistema de asa cerrada o "páncreas artificial" (PA) incorpora un algoritmo inteligente de control (controlador), que interpreta los resultados de la glucosa proporcionados por un sensor de glucosa y decide la cantidad de insulina a administrar, de manera automática, en cada momento.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan estos sistemas de PA es el control de las cifras de glucosa después de las comidas y además debe decidir la infusión de insulina durante la noche, donde diversos equipos ya han demostrado su eficacia. El controlador interpreta los resultados de la glucosa proporcionados por un sensor de glucosa y decide, cada 15 minutos, la cantidad de insulina a administrar de manera automática.
El primero de los estudios se llevó a cabo la semana pasada con uno de los pacientes del Clínico de Valencia. Según el doctor Juan F. Ascaso, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Clínico de Valencia, "el páncreas artificial debe dar autonomía y seguridad a los pacientes, pemitiéndoles vivir la enfermedad sin obsesiones, además de evitar complicaciones derivadas de las bajadas de glucosa".
Para el director general de Incliva, Rafael Carmena, "esta investigación trae un mensaje de esperanza a los pacientes diabéticos" ya que el desarrollo de sistemas de páncreas artificial "puede contribuir en un futuro no lejano a mejorar el control de la diabetes tipo 1, mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad".
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