Hola, Consu, guapa.
Por lo que a mí respecta llevo 26 años de evolución y ahora tengo 38. Tuve la mala suerte de que ninguno de mis endocrinos en todo este tiempo (fueron 3 desde mi diagnóstico un 17 de agosto de 1984) me hablara de hidratos de carbono, ni de qué hacer ante una hipoglucemia, ni sobre el ejercicio con más de 250 mg, ni de muchas otras cosas fundamentales que debían haberme enseñado teniendo en cuenta que yo tenía 11 años cuando "conocí" a esta "compañera" y que iba a ser para toda la vida. Me sorprende que con la edad tan "estupenda" que yo tenía para aprender lo básico y fundamental de mi enfermedad, nadie me dijo nada en casi 30 años y yo, ignorante, no sabía ni que existían esos factores.
He llegado a tener hemoglobinas de hasta 9 y mi endocrina tan tranquila. Me preguntaba: "¿Cómo estás?", "Bien" -contestaba yo- y ella respondía: "Claro, es que la diabetes no duele". Esa afirmación no la comparto. A veces la diabetes duele y mucho. En el alma, básicamente.
Me pincho 5 veces al día. Ahora tengo una hemoglobina de 6,7. En un mes la bajé de 6,9 a 6,7. Me parece casi milagroso que no tenga complicaciones teniendo en cuenta mi pésima o inexistente educación en diabetes, pero ningún problema -cruzo los dedos- de momento.
Por suerte, le comenté un día a mi endocrina de toda la vida que quería quedarme embarazada y que mi ginecólogo necesitaba un informe de ella en el que dijera si estaba o no mi diabetes en "condiciones". ¡Milagroooooooooooooo! Como tengo unos niveles muy oscilantes, mucha variabilidad glucémica, mi endocrina me derivó al hospital para el tema de la bomba. Me parecía increíble.
En el hospital de día de diabetes las enfermeras y el médico son M A R A V I L L O S O S. He descubierto que en la fruta hay hidratos de carbono, :)) Ahora me hace gracia, pero nunca nadie me lo dijo.
Resumiendo, para no extenderme mucho: con la educación que me han dado en el hospital mis niveles han mejorado, ahora controlo mejor las hipoglucemias y estoy teniendo menos, la hemoglobina me sigue bajando, en enero me pondrán ya la bomba y, si todo va bien, seré mamá.
Os pido perdón por haber escrito tanto pero es una buena manera también para aliviar la carga que pesa muchas veces sobre nosotros. Agobian los pinchazos, ya sean de insulina o para el glucómetro, agobia la impotencia de la sensación de una hipoglucemia, etc. Pero, bueno, hay que intentar ver siempre algo positivo por difícil que sea.
En fin, Consu y todos los que me leéis, gracias por compartir vuestras palabras, SIEMPRE.
Besos.