A veces se me olvida que soy diabético. Si, a veces me sorprendo yo mismo viendo mis glucemias y preguntándome, anda, ¿Por qué tengo ahora 247? … joé, porque soy diabético ¿o no? Y es que nos exigimos mucho o, mejor dicho, somos muy ilusos, nos dan “todos” los medios, en mi caso bomba y medidor continuo, y pensamos que por eso ya no somos diabéticos, jaja, que te lo has creído, conia, que no es lo mismo medirte y chutarte que el que lo haga el páncreas … me acaba de venir a la cabeza un skech (o como se escriba) en el que se parodiaban los programas de bricolage en el que se explicaba como construir una catedral gótica … pues nosotros igual, nos dan una madera y pegamento, nos ponemos a ello y nos sorprendemos de que nos salga una caquilla. Que no, que no es lo mismo hacer nosotros mismos de páncreas a que lo haga un órgano que lleva tropecientos mil años de evolución aprendiendo a hacerlo. Así que … haber elegido muelte.