La aparición de diabetes tipo 2 se puede predecir seis años antes
Una proteína hepática conocida como Fetuina A permite conocer con seis años de antelación si existe riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. El estudio —publicado en el «Journal of the American Medical Association» por un grupo de investigación de la Universidad de California (EE.UU.)— se ha llevado a cabo con 500 personas de edades comprendidas en 70 y 80 años a las que se les efectuó un control sanguíneo del nivel de Fetuina. Los investigadores vieron que quienes presentaban los niveles más elevados de esta proteína tenían el doble de probabilidades de desarrollar diabetes senil en los siguientes seis años que aquellos otros con niveles más bajos.
El estudio viene a demostrar también que la relación entre los niveles de esta proteína sérica y el riesgo de diabetes se mantiene constante después de descartar otros parámetros.
La Fetuina A está involucrada en el metabolismo de la glucosa y en el del calcio, y hace al cuerpo menos sensible a la insulina, por lo que además de servir como predictora, esta molécula «podría ser una diana terapéutica para prevenir o tratar la diabetes», ha manifestado Joachim Ix, coordinador del estudio. Ix cree que se ha abierto un camino para poder predecir la diabetes en personas de mediana edad, identificando a las de alto riesgo con la suficiente antelación para prevenir el desarrollo de la enfermedad. El estudio recomienda llevar a cabo un control sanguíneo sistemático de los niveles de Fetuina A y tomar las medidas necesarias para evitar la aparición de la diabetes en personas con índices altos.
La diabetes tipo 2 es una patología más frecuente en edades avanzadas, en especial cuando existen antecedentes familiares con diabetes y en personas con obesidad. Por encima de los 70 años la prevalencia es de hasta el 25% de la población, mientras que la prevalencia media en España está entre el 5,6 y el 10%. Los expertos recuerdan que la diabetes tipo 2 es un factor de riesgo de primer orden en el desarrollo de patología cardiovascular, pero que se puede prevenir modificando los hábitos de vida en alimentación y con ejercicio físico.