Los dientes avisan

La enfermedad periodontal es una señal de alarma de que algo no anda bien en el metabolismo de la glucosa. ¿Diabetes? No necesariamente, pero el estado de las encías puede ser un aviso de que hay que cuidarse.

Por primera vez, los dentistas han comparecido en un congreso de diabetes para protagonizar una sesión específica sobre la relación entre la enfermedad periodontal y la diabetes tipo 2. “Una de las múltiples complicaciones de la diabetes es un riesgo significativamente mayor de periodontitis”, indica Maria E. Ryan, de la Universidad Sonty Brook (Nueva Cork). “Cuando una persona padece una infección e inflamación a nivel oral, como pasa con otras infecciones, es mucho más difícil controlar los niveles de glucosa”. En consecuencia, se sabe que tratar intensamente la periodontitis es una estrategia válida para reducir los niveles de A1C, una medida frecuente del nivel de glucosa, en un periodo de dos o tres meses.

El lazo entre salud dental y sistémica puede encontrarse en la fase prediabética: “Hemos obtenido pruebas de que la gravedad de la enfermedad periodontal está asociada con los mayores niveles de resistencia a la insulina, a menudo precursora de la diabetes tipo 2, así como con niveles más elevados de A1C”, añadía.

Subrayaba la importancia de estos hallazgos su colega George W. Taylor, de la Universidad de Michigan, para quien “dados los numerosos estudios que muestran que el control glucémico tiene como resultado la reducción de las complicaciones diabéticas, existe un potencial tratamiento en la terapia periodontal para controlar la enfermedad y, por ende, reducir el riesgo de que se manifiesten dichas complicaciones”.