Hace tiempo Velia me decía, en uno de esos bajones, que sentía mal por no poder hacer lo suficiente por su hija, yo le decía que lo que hacía era excepcional, pero ella decía que lo que ella hacía lo haría cualquier madre, yo que no, que solo tenía que leer los foros y vería que no todas las madres hacían lo mismo por sus hijos. Bueno, estos dos historias son verídicas, y precisamente Velia es la que me las ha contado, son de gente que ha conocido en la consulta del endo.
“Mi niña es la que se mide, en casa claro, que al cole no le dejo llevarse el gluco, que a ver si lo pierde, así que se mide en casa para que el endo sepa como va, pero es ella la que se mide, que para eso es su enfermedad ... a veces me dice que se siente baja, y entonces yo le digo, ¡¡tu sabrás lo que tienes que hacer!!! Pues claro, entonces se mide, y me dice, 34, que pesada le digo, ¡¡que tú sabrás lo que tienes que hacer!!, entonces ella se toma una galleta .... que ya te digo, que es ella la que lleva su enfermedad, que es ella la que está enferma”
Nisca, original de Suiza, residente en España, madre de una niña diabética de 6 años.
“Mi niña no ha comido jamás chuches, ni con azúcar ni sin azúcar, que a nosotros el endo no nos ha dicho que pueda comer chicles sin azúcar ... nosotros no calculamos los esos (raciones), nosotros lo que venga en los menus del endo, si toca lentejas lentejas, si toca filete de pollo, filete de pollo, lo que venga....”
Pepa, chatarrera, madre de una niña diabética de doce años que debutó con dos meses.