El Senado declara la guerra a las novatadas universitarias
Las novatadas llegan al Senado para discutir una moción que pretende acabar con esa práctica en la que los alumnos veteranos someten a los novatos a bromas, a menudo vejatorias, y que se hacen al comienzo del curso. Los primeros incidentes graves ya han ocurrido, cuando hace solo unos días un estudiante fue ingresado en un hospital tras haber ingerido una gran cantidad de alcohol y ser diabético.
Amenazar con unas pinzas de batería, beber una botella entera de alcohol o someter a los futuros universitarios a todo tipo de humillaciones. Fernando Torres Pérez, exdirector de un colegio mayor, reconoce que a los universitarios "les cuesta denunciar estas prácticas porque para todos sería ponerse el cartel de chivato".
Se trata de unas prácticas muy extendidas que el Senado quiere atajar. En palabras de Luis Aznar Fernández, del Grupo Popular del Senado, la novatada "cada vez tiene menos de graciosa, de festiva e integradora y sí cada vez más de costumbre de acoso y maltrato".
Ayuda psicológica, protección a las víctimas y el respaldo policial, aunque en ocasiones la presencia de agentes no es suficiente para impedir este tipo de actos. Loreto González, miembro de la Asociación No Más Novatadas, explica que "en algunos países las personas que son testigos, que no actúan y consienten el maltrato, se consideran cómplices".
De los 160 colegios mayores que hay en España, 125 firmaron un manifiesto solicitando la erradicación de las novatadas. José Ignacio Bielsa, universitario, afirma que existe cierta "pasividad en las universidades con las novatadas".
Unos hábitos que en Salamanca terminaron con un joven ingresado en urgencias, siendo diabético sufrió una severa bajada de azúcar en sangre después de ingerir una gran cantidad de alcohol.