La ciencia y sobretodo las investigaciones y pruebas que lleva a cabo esta acaban de soltar un bombazo informativo en materia de diabetes tipo 2. Es conocido por todos que la mayoría de los médicos advierten a las personas mayores de 50 años que si su peso es elevado, el riesgo de padecer diabetes tipo 2 es muy común. Sin embargo ahora, y tras la investigación de la que hablaremos a continuación, si en esa situación usted tiene un determinado tipo de genes, es muy posible que no desarrolle la enfermedad.
Un nuevo estudio internacional, iniciado hace 4 años y liderado por el Instituto Broad de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, acaba de identificar mutaciones en un gen que puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aunque se tengan factores de riesgo tan claros como la obesidad o la edad. La investigación acaba de ser publicada en la revista «Nature Genetics» este pasado domingo.
El hallazgo no solo explica por qué algunas personas obesas nunca desarrollan diabetes tipo 2, sino que muestra una nueva diana farmacológica. Y esa es la parte más interesente del trabajo porque ahora se abre una vía para desarrollar medicamentos que imiten el efecto protector de las mutaciones de un gen. Si se logra desarrollar dicho fármaco, se conseguiría prevenir a las personas en riesgo de una enfermedad tan común y dañina como la diabetes tipo 2, cuyas cifras siguen creciendo con el paso de los años.
La mutación hallada destruye un gen utilizado por las células del páncreas donde se produce la insulina. Aquellas personas con ese gen mutado fabrican más insulina y tienen niveles de glucosa en sangre ligeramente inferiores durante toda su vida. Para identificar estas mutaciones protectoras, los investigadores rastrearon el genoma de 150.000 pacientes. Se seleccionó a personas que por su avanzada edad y obesidad tenían más riesgo de tener diabetes tipo 2 y sin embargo, disfrutaban de unos análisis de sangre magníficos con niveles de azúcar normales.
En esos voluntarios es donde identificaron alteraciones genéticas poco comunes en un gen llamado SLC30A 8 que reducían el riesgo de diabetes en un 65 por ciento. Se encontraron en pacientes de diferentes grupos étnicos, lo que hace pesar a los investigadores que un fármaco que imitara este efecto podría ser utilizado de forma global.
De todas formas el margen para la creación de ese medicamento en base a lo hallado no es escaso. Timoteo Rolph, vicepresidente de Pfizer, advirtió hace unos días que los plazos pueden estar entre los 10 y 20 años para conseguir un medicamento con estas características.