El Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por su sigla en inglés) recomienda realizar ejercicio moderado durante por lo menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Un metaanálisis reciente probó que la actividad física antes del embarazo o en el primer trimestre está asociada con una reducción del riesgo de padecer DG.
Dado que las pruebas que respaldan esa recomendación son limitadas, el equipo de Bi-ru Luo, de la Universidad de Sichuan, realizó una revisión sistemática y un metaanálisis de seis ensayos clínicos controlados con 1.089 mujeres.
En la mayoría de los ensayos, las participantes hacían ejercicio tres veces por semana, entre 30 y 60 minutos, con entrenamiento aeróbico, ejercicios de resistencia, caminatas intensas, gimnasia en agua o entrenamiento muscular.
Tres ensayos habían revelado una menor incidencia de la DG entre las que hacían ejercicio y las que no lo hacían, pero uno había demostrado una disminución estadísticamente significativa.
Dos ensayos clínicos habían identificado un aumento de la incidencia de la DG con el ejercicio, mientras que el último estudio no había proporcionado esa estimación. El metaanálisis reveló que el riesgo relativo de DG era de 0,91 (IC del 95 por ciento 0,57-1,44) con el ejercicio, según publica el equipo en British Journal of Sports Medicine.
Al excluir dos ensayos que podían sesgar el análisis, los resultados no variaron.
"Hallamos que la evidencia es insuficiente para sugerir que el ejercicio en el embarazo reduciría el riesgo de desarrollar DG -concluye el equipo-. El efecto en el metabolismo de la glucosa es distinto en las mujeres que están o no embarazadas". Aun así, Luo opina que el ejercicio podría tener algún efecto.
"Pienso que tiene el potencial de reducir el riesgo de padecer DG, aunque parecería importante el momento del embarazo en el que habría que hacerlo", indicó por e-mail. "Hacer ejercicio antes del embarazo o en el primer trimestre es mejor que hacerlo en el segundo y tercer trimestres".
Los investigadores citaron un ensayo que había demostrado que el ejercicio intenso antes del embarazo y en el primer trimestre reduce el riesgo de desarrollar DG. Asimismo, la adherencia al protocolo en uno de los estudios revisados no fue muy alta (55 por ciento con la intervención y 10 por ciento con el aumento voluntario de la actividad física (grupo control).
"Le diría a las mujeres con riesgo de padecer DG que hagan ejercicio si están tratando de quedar embarazadas y no lo suspendan en el primer trimestre", indicó Luo. "Y que cuando queden embarazadas, disminuyan la intensidad del ejercicio".
FUENTE: British Journal of Sports Medicine, online septiembre del 2013.