Unos investigadores australianos ha desarrollado un estudio sobre esta enfermedad, la obesidad y el estilo de vida en aquel continente, que confirma las variables biológicas y conducturales como factores de riesgo para la diabetes de tipo 2.
Esta investigación se ha centrado en los factores psicológicos, las relaciones sociales y el estrés y cómo influyen en el metabolismo de la glucosa. El estudio se centro en 3.759 personas con la glucosa en unos niveles de normalidad.
La observación de estas personas a lo largo de los años dio como resultado que no metabolizaron bien la glucosa. Según, el informe estos suelen ser de edad avanzada y preferentemente varones. Además, se dio el caso que en el caso concreto de las mujeres se detectaron altos niveles de estrés, un patrón que no se sigue en el caso de los hombres pasados los cinco años que duró el estudio.
Por otra parte, otro estudio australiano sobre la diabetes, publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology, asevera que los adultos mayores diabéticos tienen al menos un 50 % más de probabilidades de tener una discapacidad física que los que no lo son.
Las investigadoras, Anna Peeters y Evelyn Wong, del Instituto Baker IDI del Corazón y la Diabetes en Melbourne, examinaron más de 3.000 estudios anteriores sobre la diabetes para al, final, cruzar, los datos de 26 investigaciones en un metaanálisis (conjunto de herramientas estadísticas). El análisis mostró que las personas con diabetes tienen más o menos entre un 50 y un 80 % más de riesgo de discapacidad física (deterioro de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, como bañarse o comer, y las actividades instrumentales de la vida diaria, como usar el teléfono, ir de compras y usar el transporte), en comparación con las personas sin diabetes.
Aunque el estudio no distingue entre diabetes tipo 1 y tipo 2, las autoras señalan que la mayoría de los estudios incluidos en el análisis se basa en investigaciones de personas de edad avanzada (mayores de 65 años), entre los que predomina la diabetes tipo 2. "Es posible que las concentraciones de glucosa en la sangre que experimentan las personas con diabetes pueden llevar a la inflamación muscular crónica, lo que implicaría discapacidad física, y algunos estudios han mostrado que la diabetes está asociada con emaciación rápida y empeoramiento muscular", ha apuntado la doctora Peeters como hipótesis.