Quien no está metido en este negocio no sabe lo importante que es para nosotros eso de “remontar”. Debe sonarles a chino o, en el mejor de los casos, a cosas nuestras, como eso de debutar, de la basal, de los cuadrados.
El caso es que cuando hablamos entre nosotros tarde o temprano sale la pregunta, ¿Tú como remontas?
Al comienzo de los tiempos yo remontaba con pan o con azucarillo, aunque esto último apenas lo usaba. Recuerdo una vez en una reunión explicándoles cosas del curro a unos colegas noruegos mientras sudaba a goterones y esperaba a que me hiciese efecto el pan que me había tomado justo antes de empezar la reunión al sentirme bajo. Ese día mi ingles debió ser más fluido que nunca.
Luego me pasé a las galletas maria, mucho más cómodas, y por supuesto muy atento por si me pillaba en casa y podía comerme algún “goloseo”. Y es que entonces eso de hidratos lentos e hidratos rápidos no estaba en mis conocimientos, para mi todos los hidratos eran iguales, me daban lo mismo judías que plátanos, tan solo había que saber lo que subían midiendo justo a las dos horas … jeje, me acuerdo ahora de la primera vez que me puse insulina rápida, en una mano el Boli y en el otro la cuchara para empezara a comer justo en el momento que entrase la insulina, no fuese a darme un superbajón.
Luego, y gracias a un foro, descubrí los zumos, los glucosports … y básicamente buena parte de lo hoy sé. Por cierto ¿habéis probado a mezclar en la boca un glucosport y una galleta maria? Magnífico. Hoy en día, bueno… no diré alguna de mis técnicas de remonte porque son “diabéticamente” incorrectas.
No recuerdo cuando oí y usé esta expresión por primera vez, de hecho, no sé como llegó a mi cerebro esa primitiva técnica del pan y las siguientes, supongo que poco a poco, aprendiendo en carne propia, y empezando el aprendizaje desde el mismo momento que sentí mi primer bajón … no sé, debe ser como el respirar, que se aprende una vez que te dan el carné de diabético …. Debe ser parte de ese conocimiento que decía esa buena mujer …. ¿os lo he contado? Creo que no, lo tenía guardado para lo del concurso del relato, pero como finalmente no me inspiro os lo pongo, que tiene que ver con eso del conocimiento … jeje, os lo pongo en cursiva como si copiara a un gran escritor:
Y viendo que a raíz de la petición de su madre a Ángela le traían ya el cochinillo, reclamé:
-Oiga, ¡Qué yo también soy diabético!
-Si, pero usted tiene más conocimiento.
No supe que decir.
Habíamos llegado al pueblo hacía una hora. El plan original era ir ese mismo día a comer a Guadalupe junto con nuestros anfitriones, pero el retraso en salir de Madrid había dado al traste con el plan. Así que cuando llegamos decidimos tomar una caña y elaborar un nuevo plan. Lo que no sospechábamos es que íbamos a acabar invitados a un bautizo que se celebraba en el pueblo. El menú era estupendo: gazpacho, langostinos, y cabrito o cochinillo. Ángela consintió en comer cochinillo no porque su madre le dijera que era lomo, que no se lo creyó, sino por lo feliz que se sentía de estar con su amiga Irene y por lo hambrienta que estaba.
Fue entonces cuando a su madre se le ocurrió usar el truco de la diabetes para evitar la tardanza. Y fue entonces cuando yo quise emularla sin ningún éxito.