No había visto yo este post.
Ante todo, creo que se debe primar el concepto de niño como ser en un entorno y con unas circunstancias. En ese sentido, el que la niña pueda hacer lo mismo que los demás niños, al menos de vez en cuando, es primordial, sobre todo para su salud emocional.
Intentar que un niño "entienda" que debe seguir un régimen de comidas equilibrado, exacto, rígido..., no le conducirá más que a la frustración y, como le ha pasado a Celia, a la rebeldía y al desorden, por no decir al caos. Y esa batalla, que supongo que no se debe sólo a la alimentación rígida del principio, aún la estamos librando, como bien sabéis.
Los niños diabéticos tienen la necesidad de saber que, de vez en cuando, se pueden comer un dulce, o un helado, o unas gominolas. Lo que hay que hacer es intentar que eso sea un extra y que sepan cómo administrarse con la insulina.
Pero creo que no era ésa la cuestión, sino cómo debía manejarse con la insulina cuando comiese bocadillos, por ejemplo, de chocolate para merendar, o las galletas maría.
La respuesta no te va a gustar, porque es: DEPENDE.
Depende de si va a hacer ejercicio o a estar sentada en clase después de comer esas cosas. Depende de la glucemia previa. Depende del tipo de pan, de chocolate, de las grasas que lleve, etc. Tendréis que ir probando y corrigiendo hasta dar con lo más adecuado. En general, si hay grasas es mejor inclinarse por un bolo dual o cuadrado, para contrarrestar la ralentización de la aborción de los hidratos.
Está en una edad genial para aprender a manejarse y para poder aprender que puede comer de todo siempre que adopte unas precauciones.
Por supuesto, abusar no es bueno, se sea diabético o no.
Saludinos