Hola, me llamo Berna, tengo 53 años y soy nueva aquí. Llevo dos meses y medio cuidando de mi padre, diabético desde hace unos 10 años. A mediados de junio tuvo un ictus (el segundo, el primero ni se dio cuenta, por lo visto, pero salió en el escáner) y el neurólogo nos dijo que tenía el azúcar descontrolado, y no de ese día, sino desde hacía meses.
Por resumir, no estaba haciendo ninguna dieta (y encontramos entre sus papeles una dieta hipocalórica de 1.500 calorías), se limitaba a comer cinco veces al día, a medirse la glucosa por las mañanas y a tomar su medicación.
Cuando fuimos a llevarle el informe de alta del hospital a su médica de cabecera, nos dio una hoja con una dieta hipocalórica de 1.500 calorías. A continuación, nos fuimos mi hermano y yo a comprar una báscula de cocina. Y desde entonces le llevamos la dieta controlada.
Mi madre tiene problemas mentales sin diagnosticar (no quiere, pero esa es otra historia), así que yo llevo este tiempo instalada precariamente en casa de mis padres (soy autónoma y trabajo en casa) durante la semana (mi hermano vive con ellos, pero trabaja fuera de casa) y volviendo a mi casa los fines de semana. Vivo a 80 km. de Madrid (mis padres viven en la ciudad), estoy divorciada y mi hijo de 26 años hace tiempo que se independizó, así que he tenido la suerte de poder ocuparme de mis padres.
En este tiempo he aprendido mucho sobre la diabetes (la semana que viene me acercaré a la Asociación de Diabéticos de Madrid para hacerme socia) gracias a un par de amigos que tienen db tipo I; de hecho, uno de ellos me dijo el otro día que estoy igual de obsesionada que él con los CH :) También voy a acercarme a los servicios sociales del ayuntamiento a preguntar por la ayuda a la dependencia, más que por la ayuda en sí (que no sé si nos corresponderá, porque hay gente en situaciones mucho más difíciles), para que mis padres sean conscientes de que han dejado de ser independientes. Y de que nosotros, sus hijos, necesitamos ayuda.
En fin, la situación se complica por varios problemas de fondo largos de contar (culturales, pues los dos son de origen chino, aunque llevan muchísimo tiempo en España; de rasgos de personalidad), y ninguno de los dos asume su situación. Mi padre es incapaz de aprenderse lo que son los CB, cuando salimos a comer me dice que le pida yo la comida y lo del ejercicio (se recuperó muy bien del ictus) es como hablarle en chino ;) (nunca le ha gustado moverse, así que cambiar esos patrones de conducta a su edad es poco menos que inútil, y mira que le hemos insistido, los médicos incluidos, que la masa muscular sólo se recupera moviéndose, y que las agujetas se quitan haciendo más ejercicio). Y yo estoy asustada, abrumada y cansada.
Bueno, como presentación ya es demasiado larga y no quiero aburriros. Si hay alguien más por aquí que esté en una situación similar, me encantaría contactar e intercambiar impresiones (¡y trucos!).
Un abrazo y gracias a quienes han organizado este foro y a todos los que andáis por aquí :) .
Berna