Primeras navidades diabéticas, para ser exactos, de este cuarentón que escribe, acostumbrado hasta el momento a disfrutar del dulce navideño con mesura, pero sin reparos.
Resulta que sigo una dieta criminal, sumamente estricta y sin ninguna concesión a las alegrías terrenales.
Tengo presente el ejemplo de mi padre, él diabético tipo 2 (yo tipo 1 y orgulloso de serlo) de los que dicen "pero si sólo tengo un poquito de azúcar, para qué me voy a cuidar si no pasa nada", y ahora afortunadamente vivo (milagros del cuerpo humano) pero con dos infartos agudos a sus espaldas y una calidad de vida chunga.
Así que, lejos de seguir el ejemplo paterno, me he puesto cabroncete con mi cuerpo traidor y no me permito ningún exceso completo, ni medio, ni pequeño, ni ínfimo.
Llegan ahora las navidades y me acosan buenas personas (con su mejor intención, lo digo sin ironía) para que me exceda un poco.
¿Qué hacemos los diabéticos que vivimos a insulinazo limpio en estas bonitas fechas de paz, amor, amistad y azuquiqui en las venas?
¿Qué hacéis vosotros, los que tenéis experiencia, cultura diabética y solera?
¿Qué es pasarse?
¿Qué es ser responsable, cabal y no pasarse?
Tengo claro que comer un kilo de turrón de chocolate no es bueno ni siquiera para los ciudadanos que no están azucarados. No hablo de eso. Me refiero a consejos de buena voluntad, trucos, ideas o sugerencias.
Tampoco necesito recetas. Pero gracias si habéis pensado en ello.
Y hablo en serio cuando os pregunto ¿es posible para un individuo como yo (y como otros tantos millones), engullir el 24 de diciembre, por ejemplo, un donut de chocolate (desde que debuté no dejo de soñar con ellos) y que luego no suceda nada irremediable?
Y añado a modo de información: soy adicto por prescripción facultativa a la insulina lenta y a la Metformina.
Y además, como soy tan borde con mi cuerpo (ahora que se joda, ya no pienso darle de comer), mis glucemias llevan 3 meses sin subir jamás de 100 (así aprenderá, a ver si para la siguiente enfermedad tiene aprendida la lección y se corta un poco).
Vaya por delante mi respeto, sincero, a todos los diabéticos, sean del tipo que sean, que se pasen, no se pasen o, directamente, pasen.
Saludos,