Abro este hilo para que podamos contar aquí nuestras experiencias con los médicos, tanto buenas como malas.
Resulta que ayer me encontré con una gitana conocida mía, Maite, que tiene diabetes, supongo que tipo 2. Maite, aunque aparenta alguno más, no creo que tenga ni los 40 años. Tuvo diabetes gestacional con su tercera hija y desde entonces es diabética. Siempre que nos vemos, charlamos un rato. Ella me pregunta por Celia y me cuenta cosillas. Pues ayer me enfadé, no con ella, sino con el médico que la lleva, que es de traca:
Maite me dijo que no estaba bien, que tenía el azúcar alto. ¿Cómo de alto? le pregunté yo. Pues doscientos, o doscientos y pico. Pero ¿después de comer? Nooo, en ayunas por la mañana, que es cuando me mandó medirme.
Madre mía, ¿y no te ha cambiado a la insulina? Pues no. Me dijo que mientras no tuviese trescientos, que no me preocupase.
¡La madre que lo p!!!!
Le dije que era muy peligroso andar con esas cifras ya en ayunas. Que le pidiese un volante para el especialista y que estaba claro que con las pastillas no era suficiente. Me dijo que a ella no le preocupaba pincharse, porque ya lo hizo en el embarazo, pero que el médico no le daba importancia a los doscientos en ayunas.
Total, que le pedí que cambiase en serio de médico, porque ése impresentable iba a dejarla hecha una mierda.
Estas cosas me sacan de quicio. ¿Cómo un médico puede decir que con doscientos y pico en ayunas no pasa nada? Es para denunciarlo. Qué mala leche.
Bueno, saludinos!