Trastornos del sueño y diabetes

Todo diabético sabe que “las cosas no andan bien” cuando por la noche se despierta muchas veces con deseos de orinar y de beber. Pero no es nuestra intención referirnos a los trastornos o perturbaciones del sueño que provoca la diabetes cuando se encuentra descompensada, sino a ciertos trastornos del sueño que pueden presentarse o anticipar la aparición de diabetes.

Quienes alertaron sobre este tema fueron, entre otros, un grupo de expertos de la Universidad de Sydney (Australia) quienes en un encuentro internacional plantearon el hecho de que los ronquidos pueden vincularse con trastornos tales como la apnea del sueño y la existencia de diabetes tipo 2, particularmente en las mujeres.
Este planteamiento se efectuó en el marco de una reunión de trabajo organizada por la Internacional Diabetes Federation (IDF), entidad que congrega a expertos de todos los países del mundo.

En el pasado se consideraba que la apnea del sueño (interrupción momentánea de la respiración durante el sueño) era una entidad casi exclusiva de los varones, pero en la actualidad el interés de los investigadores se focaliza en las mujeres que pueden experimentarlo aunque de manera menos notoria. Se ha establecido que quienes sufren apnea de sueño tienden a presentar ciertos factores de riesgo vinculados con el síndrome metabólico y la diabetes. Uno de ellos es la obesidad, que acompaña en la mayoría de los casos a la diabetes tipo 2.

La apnea del sueño

No se trata sólo de simples ronquidos. La apnea del sueño consiste en episodios en los cuales la vía área se cierra e interrumpe la respiración.
Los factores de riesgo incluyen, además de la ya mencionada obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el uso de medicación de tipo sedante o hipnótica. El cuadro típico se presenta en personas en la edad media de la vida, que suelen estar excedidas de peso. Como el sueño se ve realmente interrumpido o entrecortado, tienden a rendir menos en su actividad laboral y presentan mayor riesgo de sufrir accidentes o lesiones.
Los síntomas más evidentes son:

ronquidos

pausas o interrupciones en la respiración durante el sueño que duran hasta 90 segundos

sensación de cansancio al despertar por la mañana

somnolencia diurna

fatiga y decaimiento a lo largo de la jornada

Todas estas manifestaciones que tomadas en conjunto ponen ante la sospecha firme de padecer alguno de estos trastornos del sueño, pueden estar asociadas a entidades como hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes tipo 2.

Por este motivo, aunque atribuya su cansancio diario a la época del año, a sus interrupciones del sueño y a las preocupaciones cotidianas, no deje de consultar con su médico.

Editora Médica Digital, septiembre de 2007