Una investigación realizada por la Universidad de Beijing, en China, ha logrado que una paciente con diabetes tipo 1 sea capaz de producir insulina por sí misma tres meses después de recibir un trasplante de células madre reprogramadas. Este logro es visto con mucha cautela desde el Servicio de Endocrinología del Hospital de Bellvitge, afirmando que "todos los experimentos internacionales se han manifestado de momento con mucha prudencia debido a que solo es un caso y proviene de China, país que cuenta con una legislación de desarrollo de ensayos clínicos mucho más laxa y menos exigente que en Occidente".
Después de conocer la noticia Manuel Pérez, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital de Bellvitge, afirma en Redacción Médica que "metodológicamente las investigaciones realizadas en China generan muchas dudas. Se han anunciado otros avances allí que luego en Europa o en Estados Unidos no se confirman. Este logro hay que ver si se replica o no en estudios mejor diseñados".
En esta línea, Pérez va más allá y aclara que la diabetes tipo 1 es una enfermedad que se caracteriza por "la destrucción autoinmune de las células beta del páncreas, que son las que producen la insulina". Debido a ello, el paciente "solo se puede tratar de momento con insulina y no hay una curación fácil”. Pese a ello, el especialista sí afirma que "tenemos la curación en casos de personas que se hacen un trasplante de páncreas. Lo que ocurre es que cualquier trasplante, ya sea de islotes pancreáticos o ya sea de páncreas entero, necesita de por vida tratamiento inmunosupresor para el rechazo".
Pérez: "Se han anunciado otros avances sanitarios en China que luego en Europa o en Estados Unidos no se confirman"
Esta estrategia no se usa habitualmente ya que, en palabras de Pérez, "es mucho peor recibir toda la vida el tratamiento inmunosupresor que recibir insulina. Debido a ello, el foco de la investigación actual es en poder hacer un trasplante, sea de páncreas o sea de células productoras de insulina sin necesidad de inmunosupresión".
A pesar de esto, Cristóbal Morales, endocrinólogo, miembro de la Sociedad Española de Diabetes y vocal de la Sociedad Española de Obesidad, argumento que se trata de "una buena noticia" la curación de la diabetes en este paciente ya que "abre las puertas a invertir en muchos más recursos para investigar y realizar ensayos clínicos fase 2 y fase 3 con mayor número de pacientes".
De esta forma, se podrá "demostrar la seguridad y la eficacia de este tipo de terapia celular, este trasplante de células autólogas en humanos" ya que, por ahora, es un "estudio en fase 1 aún abierto".
Las barreras de convertir células de otro tejido en pancreáticas
El método utilizado en la investigación de la Universidad de Beijing consiste en usar las células madre del propio paciente, permitiendo que no se necesite inmunosupresión, debido a que “son células que se rescatan de la sangre periférica del paciente y se les hace una reprogramación para que funcionen como células metapancreáticas”. El investigador confirma que esta prueba “ya se ha realizado en modelos animales y funciona, pero en humanos hay una serie de barreras y de temas inmunológicos”.
El especialista cataloga el éxito logrado por la investigación como "anecdótico" debido a que "cuando se convierten las células de otro tejido en células pancreáticas, no son exactamente células pancreáticas. Entonces, se desconoce si esto seguirá siendo eficaz cuando pase uno o dos años, por lo que se debe seguir de cerca la evolución de esta paciente y no está nada claro que la curación vaya a ser una cosa permanente”. En este sentido, el especialista expone que “hay la duda de si estas células pueden acabar desarrollando tumores debido a que, desde el punto de vista biológico, estamos aún en pañales en este sentido”.
Llegar a conseguir que los pacientes con diabetes 1 lograsen producir insulina por si mismos supondría para el endocrinólogo "un cambio extraordinario. El problema de los pacientes con diabetes tipo 1 es que ellos no la producen, con lo cual se la tienen que administrar exógenamente, como un fármaco. La vida del paciente con diabetes tipo 1 es una vida bastante sujeta a la enfermedad, por lo que lograr una curación en este sentido sería un hito tremendo de Premio Nobel".
La terapia inmunosupresora, un factor determinante
La curación de la diabetes tipo 1 se produce, según detalla Morales, porque con el trasplante del propio paciente "se hace una extracción de tejido graso mesenquimal y, en el laboratorio, esas células, químicamente, se diferencian en células madre pluripotenciales, en el lote pancreático, y luego se implantan en recto anterior y vuelven a producir insulina".
El experto señala que la terapia autoinmune puede jugar un papel determinante ya que "esta paciente tenía previamente un trasplante hepático" y, por eso, contaba con este factor. "En cualquier trasplante, para evitar el rechazo, se utiliza terapia inmunosupresora para que el sistema inmune no vuelva a atacar a la célula beta productora de insulina", ha señalado Morales.
Por lo tanto, la pregunta que se hace Morales es si "ese trasplante de células autólogas, que son células del propio paciente, trabajadas y tratadas en laboratorio para diferenciarlas en células madre productoras de insulina, tendría menos rechazo o si sería necesario esa terapia inmunosupresora para que el propio cuerpo no lo vuelva a atacar reiniciando una diabetes tipo 1".
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