¡Hola a todos!
Hay un alimento muy especial del otoño que es bueno para el corazón, la diabetes, el colesterol y la osteoporosis: las castañas. Seguro que habéis notado el característico olor de las castañas asadas en las calles cuando empieza a hacer frío. Este fruto es el rey del otoño junto con las setas.
Las castañas son un alimento muy versátil que se puede consumir hervido, asado o incluso en forma de dulce, como el famoso "marrón glacé" en Francia. Sin embargo, es importante no consumirlas crudas debido a su contenido en taninos, que pueden ser perjudiciales para personas con problemas renales o hepáticos.
Las castañas son el fruto seco con menor contenido calórico, lo que las hace ideales para quienes buscan controlar su peso. Son ricas en fibra, lo que ayuda al tránsito intestinal, y en hidratos de carbono complejos, que proporcionan energía de forma sostenida. Además, contienen fósforo, potasio y vitamina C, fortaleciendo el sistema inmunitario.
Por cada 100 gramos, las castañas aportan:
- 185 calorías
- 3 gramos de proteínas
- 36 gramos de hidratos de carbono
- 2,6 gramos de grasas (solo 0,3 son saturadas)
- 6,8 gramos de fibra
- 34 miligramos de calcio
- 500 miligramos de potasio
- 250 miligramos de fósforo
- 36 miligramos de magnesio
- 11 miligramos de sodio
- 6 miligramos de vitamina C
- 0,9 miligramos de hierro
- 0,6 miligramos de vitamina B3
- 0,5 miligramos de vitamina E
- 0,33 miligramos de vitamina B6
Gracias a su contenido en calcio y magnesio, las castañas pueden ayudar a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Además, tomar el sol para obtener vitamina D y hacer ejercicio regularmente también son claves para mantener la salud ósea.
En España, la prevalencia de la diabetes es del 14,8%, y muchas personas no están diagnosticadas, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves. Las castañas, con su alto contenido en fibra y ácidos grasos, ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre y a evitar hipoglucemias, proporcionando energía de manera sostenida.
Las castañas son ricas en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que ayudan a reducir el colesterol 'malo' y los lípidos en sangre. Según la Fundación Española del Corazón, su consumo puede disminuir el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura y la presión arterial sistólica, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Aunque las castañas no son un producto milagroso, sí que contribuyen a mejorar muchas variables importantes para nuestra salud.
Así que, ¡no dudéis en incluirlas en vuestra dieta este otoño!
Saludos,