En 2019, Arturo Carvajal, un joven de Barbastro, descubrió que vivía con diabetes tipo 1, una enfermedad que lo acompañaría toda su vida. Pero para Arturo, lejos de ser una limitación, la diabetes se convirtió en un motor para enfrentarse a nuevos retos y demostrar que con determinación, apoyo y preparación, todo es posible.
Tras su diagnóstico, Arturo decidió rodearse de un equipo médico sólido y aprender a controlar su glucosa en sangre, una tarea que se volvió clave no solo para su vida cotidiana, sino también para perseguir sus sueños: combinar el montañismo con la visibilidad y concienciación sobre la diabetes.
En 2023, Arturo se embarcó en un reto increíble: ascender las 16 cumbres más altas de todas las comunidades autónomas de España. Su misión era clara: demostrar que vivir con diabetes no es un impedimento para alcanzar metas extraordinarias, incluso en el deporte de alto nivel.
Durante dos años, Arturo recorrió más de 300 kilómetros a pie, ascendió 22,282 metros y condujo 13,400 kilómetros para completar su desafío. En este viaje, no estuvo solo: lo acompañaron amigos, médicos y enfermeras que lo ayudaron a superar obstáculos como el clima adverso y las demandas físicas del montañismo.
Entre las cimas más destacadas de su aventura, encontramos:
- La Pica d’Estats: Su primera cima de más de 3,000 metros, donde disfrutó de paisajes alpinos impresionantes.
- El Teide: Enfrentándose a dificultades burocráticas y 3,700 metros de desnivel.
- El Aneto: Su última cima en julio de 2024, cerca de casa y rodeado de amigos.
No todo fue fácil: Arturo enfrentó una rotura del tendón de Aquiles que lo mantuvo nueve meses en rehabilitación, un desafío que lo hizo más fuerte para conquistar las últimas cimas.
En las recientes Jornadas Montañeras MAB, Arturo compartió su experiencia, destacando cómo aprendió a controlar su diabetes durante las ascensiones: monitoreando continuamente sus niveles de glucosa, ajustando su alimentación y utilizando insulina cuando era necesario. Su historia es un ejemplo de cómo se puede vivir plenamente con diabetes y superar cualquier adversidad.
Arturo no descarta nuevos desafíos en el futuro. Su historia nos recuerda que con pasión, preparación y apoyo, no hay montaña demasiado alta para escalar.
Desde aquí, aplaudimos a Arturo por su determinación y valentía, y por inspirar a tantas personas con diabetes a soñar en grande.