Un Privilegiado en la Vida
A pesar de los desafíos que la vida me ha puesto en el camino, me siento un verdadero privilegiado. He pasado por una pancreatectomía total, esplenectomía y colecistectomía y claro, vivo con diabetes tipo 1, una condición que requiere disciplina, paciencia y adaptación constante. Sin embargo, lejos de ver todo esto como una carga, elijo enfocarme en lo verdaderamente importante: sigo aquí, vivo, disfrutando cada minuto.
He aprendido a cuidarme y a comer sano, aunque de vez en cuando me permito pequeños placeres fuera de lo recomendado. La diabetes trae consigo altibajos, momentos inexplicables, variaciones inesperadas en mis niveles de glucosa que parecen sacados de un "expediente X". No siempre tiene lógica, no siempre es predecible, pero eso es parte del juego.
A lo largo de este proceso, he descubierto algo invaluable: lo realmente importante en mi vida ha estado siempre frente a mí, apoyándome, ayudandome a ser y a ver lo bueno.
Prioriza:
Nos dejamos absorber por las responsabilidades laborales, olvidando que la verdadera esencia de la vida va mucho más allá. De nada sirve un gran sueldo si no hay tiempo para compartir con quienes amamos.
Conclusión:
Puedo decir con certeza que la vida es maravillosa, incluso con diabetes. No es un impedimento, sino una oportunidad de valorar cada instante, de aprender, de crecer y de vivir con gratitud. Porque, al final del día, lo que importa no es lo que nos falta, sino lo que sabemos aprovechar y disfrutar.
Ánimo bichos, los raros no somos nosotros...