Es una cifra demoledora. Y no es solo un número: es una vida cambiada para siempre. Cada media minuto, en algún lugar del planeta, alguien pierde una extremidad por complicaciones del pie diabético. Es una realidad que duele… y que podemos evitar.
Lo recordaba esta semana el doctor Pablo Gallo González, desde el Hospital Ruber Internacional de Madrid: el pie diabético no aparece de la noche a la mañana. Es la consecuencia de años de mal control de la diabetes, de no prestarle atención a esos pequeños avisos que a veces ignoramos: calambres, hormigueos, pérdida de sensibilidad, pequeñas heridas que no curan...
La situación es especialmente grave en zonas como El Bronx (Nueva York), donde según el Dr. José de León, se llegan a amputar hasta 40 piernas al mes, en su mayoría a pacientes hispanos y afroamericanos. ¿La causa principal? La falta de control, de prevención… de educación.
👉 ¿Qué podemos hacer desde hoy?
- Revisar nuestros pies a diario.
- Usar un calzado cómodo y adecuado.
- Controlar bien nuestra glucosa, colesterol y presión arterial.
- Hacer ejercicio físico, aunque sea caminar cada día.
- Comer sano, evitar el tabaco.
- Hidratar los pies, mantener una buena higiene y cortar las uñas con cuidado.
- ¡Y visitar al podólogo al menos dos veces al año!
Si tienes diabetes o quieres cuidar a alguien que la tiene, no subestimes lo importante que son los pies. Una pequeña herida puede ser el inicio de algo muy serio si no se trata a tiempo.
¿Has tenido alguna experiencia con el pie diabético?
¿Algún truco que te funcione para mantenerlos bien?
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